Pan

«es bonito porque la gente ha confiado en el grupo, es algo muy romántico»

Texto: Alfredo Rodríguez

Fotografías: Nerea Cierco

El grupo Pan formado por Teresa Martínez (voz, guitarra, teclados) y Marcos Holgado (guitarra, teclados, coros) publicó el pasado mes de marzo su nuevo disco Salva Mil Inviernos (2023), trabajo compuesto por una decena de canciones producidas por Manuel Cabezalí (Havalina) y Víctor Cabezuelo (Rufus T. Firefly). Las mismas, repletas de nuevas texturas influenciadas por sonidos post punk, dream pop y lo-fi, sirvieron como escape creativo y emocional en la vida de sus protagonistas, quienes avanzan en su particular carrera musical. Completados en la actualidad por Omar Rodríguez (bajo) y Juanma Padilla (batería), el cuarteto realizará su presentación oficial en la capital en uno de los mejores locales para disfrutar de la música en directo, el Moby Dick Club. Charlamos con su vocalista Teresa sobre todo lo que aconteció alrededor de un trabajo que brilla con luz propia a pesar de todas las dificultades sufridas en tiempos oscuros.

  • ¿Qué puedes comentarnos sobre el título del disco, Salva Mil Inviernos (2023)?

Yo tenía el concepto como un invierno eterno porque era como la sensación que tenía de que nunca más iba a salir el sol, como esa sensación de agobio, de estar ahí en un bucle del que no puedes salir y tenía como ese concepto, pero no quería quedarme con esa idea porque era muy bajonera y no acababa de dar con el título. Viendo fotos de una amiga que es a la que le dediqué la letra que ha terminado por dar título al disco, llegué a una foto donde en el pie ponía “esta es la típica foto que te salva de mil inviernos” y fue como “hostia, lo tengo”. Fue todo a raíz de eso, cristalizaba el concepto que estaba manejando, pero le daba ese punto de luz que estaba buscando, pero no daba con el mismo. La pregunté si podía apropiarme de su frase, la planteé si quería hacer las fotos del disco y así como que todo el concepto cogió sentido. En mi cabeza se atacaron cabos a raíz de lo que tenía pensado.

  • Pero las fotos del disco no tienen nada que ver con esa foto…

Sí, porque ella se había ido a Formentera, hizo fotos en uno de esos viajes que hace ella sola y salía una chica patinando y me daba como la sensación esa de “venga, pa’ lante”, como que da igual la mierda que te toque vivir que hay algo en ti que te va a hacer tirar para adelante. Y me gustó mucho eso, entonces intentamos inspirarnos para las fotos por ahí, por eso salgo con los patines y eso.

  • En lo que a los miembros del grupo se refiere, hubo cambios porque se fueron Pablo Pantera y Tweety, pero os quedasteis Marcos y tú, ¿cómo os afectó como banda y de qué manera os enfrentasteis a la preparación del nuevo disco?

La cosa es que al final la gente entre sus vidas personales y compaginarlo con un grupo, pues a veces no tienen la estabilidad de bandas que llevan a lo mejor bandas en activo desde hace veinte años. A nosotros nos ha pasado que hemos tenido muchas rotaciones siempre porque con el primer disco hubo cambios de bajista. Y eso, nos quedamos Marcos y yo, pero como nos entendemos muy bien, en ningún momento pensamos, ostras, ¿qué hacemos? Tiramos para adelante y lo que sí teníamos claro era que no queríamos forzar que entrara gente solo por el hecho de ser cuatro en el grupo. Queríamos que apareciese gente con la que realmente conectásemos porque es tan importante la parte personal, más allá de que la parte musical sea guay, claro, pero es tan importante que no queríamos forzar eso. Y ha sido muy guay porque es lo que ha pasado, como de forma muy orgánica.

  • ¿Y os pusisteis a buscar a alguien antes de hacer las canciones o primero hicisteis las canciones y luego llegaron los nuevos miembros?

No, tiramos nosotros con las canciones y estaban todas las maquetas hechas y todo, pero necesitábamos un batería para grabar. Conocíamos a Juanma y como hace mucho trabajo de batería de sesión, se lo propusimos porque trabaja mucho con Manuel, tenemos el local de ensayo al lado y era todo bastante fácil. Nos conocíamos, le había visto con Lázaro y me encantaba su rollo tocando y en un principio era contratado para grabar el disco, pero hubo tan buen rollo y formas tan parecidas de trabajar y de entendernos, que le tiramos la caña por si sonaba a flauta y nos dijo que sí. (risas)

  • Entonces, las canciones del disco las compusisteis Marcos y tú, ¿cómo se llevó a cabo ese proceso?

Claro, estaba todo hecho antes de que entrase Juanma. Luego lo que se fue cambiando en la pre-producción, arreglos de batería y demás, pero el curro estaba antes de comenzar a grabar.

  • ¿Y cómo fue para Juanma adaptarse a esas canciones?

Pues como Juanma trabaja con gente tan diferente porque está acostumbrado a ser músico de sesión, se adaptó súper bien, como muy orgánico todo.

  • ¿En qué momento se produjo su entrada en el grupo?

Pues después de la grabación, porque nos enamoramos muchísimo de él. En principio era «graba, se acaba este curro y hasta luego», como un fontanero. (risas) ¡Gracias por tus servicios! Pero en la grabación Marcos y yo estábamos encantados todo el rato, se lo quisimos preguntar, no perdíamos nada.

  • ¿Y si hubiese dicho que no, quién habría ocupado ese lugar?

Ahí sí habíamos tenido que buscar un batería al uso.

  • Entonces digamos que el proyecto erais Marcos y tú, pero contáis con músicos externos.

Bueno, nosotros no lo entendemos como que el proyecto seamos Marcos y yo, sino que entendemos que quien entra, es el proyecto también. Lo que pasa es que las fotos de promoción las habíamos hecho, salimos Marcos y yo, pero tiramos adelante. Que en la foto no salgan los otros dos miembros no significa que no sean de la banda. Pero para nosotros ahora mismo somos los cuatro, incluso con Omar que ha sido el último que ha entrado, el bajista, el grupo somos los cuatro.

  • ¿Y cómo conocisteis a Omar?

Pues Omar toca con Marcos en otro grupo que se llaman Rodher, que está Marcos de bajista y bueno, esta vez fue muy guay porque congeniamos mucho. Con Omar había coincidido por Marcos un par de veces y me había dado muy buen rollo, es muy currante. Coincidimos en El Observatorio y con el bajista teníamos también esa idea super idealista porque queríamos meter a alguien que encajase y fuese muy orgánico. No queríamos hacer la típica prueba de bajistas y que llegase alguien de fuera, que no le conoces de nada… Pero entonces llegó Omar y se nos ofreció, le dijo a Marcos que quería tocar con nosotros.

  • Me gustaría que comentases sobre el sonido del nuevo disco porque antes era más crudo, digamos un sonido rock, más guitarrero, pero ahora suena todo más claro y conciso.

Pues me pasó que tenía canciones de antes del fallecimiento de mi madre que seguían un poco la línea del primer disco, como más cañeras de riff, pero me quedé totalmente en shock y tenía tanto dolor que no podía escuchar música cañera. Estaba en un punto tan vulnerable y tan de dolor que todo te afecta mucho e incluso la música que escuchas te afecta. Es como cuando estás, yo qué sé, imagínate la peor ruptura de tu vida, elevada a un millón. Entonces todo el rato necesitaba sonidos que me curaran y era lo que me salía componiendo. Y las canciones que teníamos de antes que iban en ese rollo, cuando estaba con Marcos viendo qué maquetas íbamos a elegir y cuáles no, le decía que había canciones que molaban, pero no me las creía, no podía habitar en ellas. Terminamos en total veinte maquetas, pero elegimos diez. Había canciones que estaban bien, pero en ese momento no captaba eso como para creérmelo, no era sincero. Fue un cambio muy natural crear un nuevo sonido más calmado, me lo pedía el cuerpo.

  • ¿Y en qué te inspiraste a la hora de componer canciones más tranquilas?

Siempre me ha gustado de todo, en el primer disco había canciones bonitas, eso siempre ha estado ahí, pero sobre todo esa necesidad que te decía como de buscar una curación. De hecho, la primera que terminé fue ‘Luminiscencia’ y fue como que sentí que había algo en ese tipo de sonido que me ayudaba y me ayudó eso a buscar un poco la dirección.

 

  • Entonces, digamos que las canciones fueron como una vía de escape.

Sí, bueno, una vía de sanación, como quien necesita descansar y se va a un spa, esos sonidos me ayudaban. (risas) Hubo un cambio muy grande desde las maquetas porque se fue todo homogeneizando, no sabíamos dónde iban a terminar, pero estamos súper contentos con cómo ha terminado el nuevo sonido y estamos muy satisfechos porque Manuel y Víctor han sabido entender lo que buscábamos, porque a nivel por ejemplo del sonido de guitarras tenía muy claro lo que no quería, pero no era fácil explicar lo que quería. Tenía como una sensación, como sensaciones, pero no tenía una referencia de algo que estuviese hecho para decirle a Manuel lo que quería. Hubo ahí mucho trabajo como de buscar esas texturas, pero nos flipa lo que ha quedado porque creemos que se ha conseguido algo bastante personal.

  • Digamos que fuisteis a grabar sin saber cómo sería el resultado final.

Claro, cuando estás en fase maqueta es como que te da un poco igual cómo suene, vas marcando si es una guitarra más distorsionada o menos distorsionada, pero no te preocupas tanto del efecto que lleve o la distorsión, eso lo hacíamos en la grabación.

  • ¿Y cómo será ajustar ese nuevo sonido a las canciones del anterior disco?

Pues mira, por ejemplo, en el concierto del viernes vamos a tocar unas poquitas canciones del primer disco, solo tres, porque estamos presentando el nuevo disco. Si lleváramos cuatro discos mezclaríamos un poco más, pero ahora mismo como es la presentación del disco y es un disco que crea mucho como un clima, como una atmósfera, no queremos de repente meter algo que rompa esa atmósfera. No porque reneguemos de eso porque me sigue flipando la zapatilla, la caña y un buen riff me chifla, pero no queremos romper ese ambiente.

  • ¿Cómo influyó a la hora de grabar el disco cerrar la anterior etapa y enfrentaros a las nuevas canciones con un sonido más pausado?

Para mí era totalmente una cosa nueva. Hubo un momento que estábamos buscando un sonido de guitarra para ‘sadslowdanceparty’ y recuerdo que Manuel sacó un sonido de guitarra que era chulo, pero era el típico sonido de guitarra que Manuel Cabezalí buscaría para una canción de Teresa Martínez, pero en ese momento estaba buscando algo distinto, había una intención de encontrar otro sonido. Lo que habíamos hecho estaba guay, pero esto tenía otro concepto y necesitaba otro sonido.

  • ¿Y qué supuso la entrada de Víctor Cabezuelo en el proyecto?

Pues tenía curiosidad porque tienen su propia forma de compaginarse, cada uno tiene mano más en una parte del proyecto, peo fue una maravilla trabajar con Manuel y Víctor. Cuando hicimos el primer disco había hecho un arreglo, pero esta vez ha sido mucho más participativo. Ha sido muy natural todo. De hecho, antes de que empezáramos a grabar dudé un poco de la idea de haberlos metido a los dos porque las canciones eran muy diferentes, con lo cual iba a haber un cambio muy grande, pero cuando acabamos el proceso fue la hostia porque cada uno aportó su cosa. Entre ellos hay mucha conexión, se apoyan muy bien y son un tándem perfecto.

  • Destaca también mucho el cambio en la voz, ¿cómo has enfocado esa novedad?

Esto vino un poco a raíz de la versión que hicimos de ‘1979’ de The Smashing Pumpkins para el programa “Bienvenido a los 90”. Recuerdo que me dijo Manuel que nunca me había escuchado cantar tan bonito. Me quedé pensando porque fue la vez que menos intenté cantar, sino que lo hice sin buscar nada, sino más bien lo que saliese. Y en este disco intenté hacer eso en el sentido de no cantar bien, no intentaba demostrar nada con la voz. Antes demostraba que era una súper cantante, pero me he dado cuenta de que no soy ese tipo de cantante, me he quitado esa capa de intentar ser lo que no soy, me muestro más yo. También las nuevas canciones necesitaban algo más cercano, más intimista. Tuvo su búsqueda porque las voces las grabé en casa, pero se las mandaba a Manuel y me daba su opinión. Describiría el proceso como encontrar qué se adapta y qué combina bien con la música, como cuando haces una receta y buscas algo que encaje bien. Quedé muy contenta, pero hubo una búsqueda.

  • Respecto a la autoedición del disco, ¿cómo ha sido ese proceso? Porque el anterior trabajo contó con el apoyo del sello Lengua Armada.

Bueno, Lengua Armada lo que nos hizo fue un pequeño apoyo, pero no andaba muy lejos de la autoedición porque era más una pequeña colaboración, pero era también bastante autoeditado y en este 100% por nuestra cuenta. Ahora estamos solos a todos los niveles, de inversión económica, de distribución y de todo.

  • El formato elegido para editar las canciones ha sido el vinilo, ¿por qué no publicáis en CD?

Porque cuesta mucho dinero hacer cada cosa y CD compra muy poca gente, no podíamos hacer vinilos y CD, somos el negocio menos rentable de la historia. (risas) En físico es mucho dinero, es una locura, de momento no nos hemos planteado sacarlo en CD. Con el vinilo hemos flipado bastante porque lo sacamos cuando habíamos adelantado dos canciones. Fue muy bonito porque parecía como cuando éramos pequeños que comprabas el disco cuando había sonado una canción en la radio. Y es bonito porque la gente ha confiado en el grupo, es algo muy romántico. Nos apetecía hacerlo así y fue bonito que la gente respondiera.

  • Y respecto a los conciertos, habéis dado cuatro, ¿qué planes tenéis?

Tenemos el concierto en el Moby Dick Club de Madrid, de momento en verano no tenemos más y vamos a intentar en otoño hacer más conciertos fuera de Madrid, hacernos unas pocas ciudades. Todo de momento autogestionado, porque como somos nosotros solos, salir de Madrid es complicado a nivel económico.

  • ¿Cómo enfocáis la posibilidad de tocar en festivales?

A ver, si no tuviéramos limitaciones económicas haríamos gira de salas si supiésemos que van a ir por ejemplo 100 personas en Vigo, pues haríamos eso y ya está. Los festivales lo que tienen es que si consigues entrar en esa ruta te conoce más gente, te pagan un poco, aunque los cachés sean como sean, pero nosotros no tenemos acceso porque no tenemos oficina. No hemos buscado nada porque yendo por tu cuenta es imposible, si no tienes oficina de booking no puedes tocar en los festivales, incluso en los pequeños, va todo por contactos. Estaría bien, pero necesitamos ayuda con alguien que tenga los contactos, no tenemos infraestructura para eso.

  • Y en cuanto a tu entrada en Havalina, ¿cómo surgió la posibilidad de tocar con ellos?

Esto surgió durante la grabación del disco, porque a Manuel le llamó la atención los bajos que hice cuando grabamos el disco de Pan y como llevaban tiempo sin bajista, ató sus cabos y me lo propuso. Fue una súper ilusión que me hiciese esa propuesta y finalmente hicimos esto cuando terminé la grabación del disco. Por eso no tengo amigos, familia ni tiempo para nada. (risas) Yo era fan de Havalina desde siempre, a Manuel le admiro muchísimo y que uno de los mejores músicos te proponga tocar ha sido como un sueño. Es un poco putada porque los lanzamientos han coincidido, pero no había otra opción. Si hubiese sido cualquier otro grupo me lo habría pensado, pero amaba a Havalina desde hace tiempo. Sabía que iba a ser la muerte, pero dije “vamos pa’ lante”.

[Mayo 2023]

Más información