Los californianos se lo han jugado todo al rojo en su particular ruleta musical con su nuevo disco In The Wild (Hellcat/Epitaph, 2022) que llega cuatro años después de su tercer larga duración que tan buenas sensaciones dejó en la escena punkrockera. Su particular salto hacia las masas puede parecer una jugada arriesgada, pero sus canciones son la mejor baza que muestra el cuarteto. Con producción a cargo del guitarrista de la banda, Kevin Bivona, después de trabajar con su mentor musical Tim Armstrong, las catorce composiciones de su cuarto LP combinan a la perfección sonidos ska y punk, sin dejar de lado algún corte más pausado como ese ‘My Heart’ en la parte media del track-list. Los hermanos Bivona y la inquieta Aimee Allen giran en lo que a temática de las letras se refiere, puesto que la vocalista ejerce todo el peso de las composiciones, usando las mismas de terapia personal contando su historia, tanto lo bueno como lo malo. Comienzan con la pegadiza ‘Anything Was Better’, dando paso después a la adictiva ‘As We Live’ donde el citado Armstrong y Rhoda Dakar (The Bodysnatchers) ponen su grano de arena con partes vocales marca de la casa. El resto de los temas tienen bastante que ofrecer, pero quizá algunos en la parte final del disco se hacen un poco anodinos, aunque necesarios para el listado total. La historia de supervivencia y resiliencia de la cantante configura el eje de un disco que debería hacerles crecer en popularidad, sobre todo después de su participación en el “Hella Mega Tour” con sus compatriotas Green Day, Fall Out Boy y Weezer que tanto ha dado que hablar en la última temporada. El tiempo dirá si conseguirán llegar a más gente, pero con singles como ‘In The Mirror’ y su trabajada puesta en escena lo tienen todo para seguir sumando enteros.
Alfredo Rodríguez
