Charles Lavaigne

Charles Lavaigne

«Sigo considerándome un secreto muy bien guardado»

Texto: Alfredo Rodríguez

Fotografías: Fernando Soriano

El músico y compositor dominicano Carlos Castillo tenía pensado ser cineasta, pero los vaivenes de la vida le llevaron hasta la música. Con su propuesta asentada en Madrid, despliega su cancionero por salas de conciertos a la par que edita música. Su nueva referencia discográfica, La Niebla (2023), vio la luz el año pasado, pero sigue dando rienda suelta a sus temas siempre que puede. En su quinto disco el artista registró nuevas composiciones creadas durante la pandemia, explorando nuevos sonidos que siguen configurando su particular carrera musical.

  • Hace casi un año publicaste tu nuevo disco bajo el título de La Niebla (2023), ¿Cómo ha trascurrido este tiempo para Carlos Castillo en la vida real y para Charles Lavaigne en su faceta musical? ¿De qué manera has sentido la acogida de las nuevas canciones por parte del público?

Bueno, ha sido un año interesante la verdad. Al día siguiente de lanzar el disco, nació mi segundo hijo, lo hice un poco aposta para que coincidiera. Unas semanas antes había estado en Marruecos tocando por primera vez, luego volví por más tiempo en otoño. También fui a París a ver a Magma en concierto, ¡pensé que eso nunca iba a suceder! Me encantó. He visto a mi familia unas cuantas veces, lo cual suelo agradecer ya que cada uno vive en un sitio distinto. También he renovado la banda lo cual emocionalmente es intenso para mí, porque te separas de gente a la que quieres e inicias una nueva aventura, lo cual es emocionante, pero también es un proceso difícil de aprendizaje y volver a empezar desde otro lugar. He presentado el disco lo cual supone un cierre de etapa que había sido muy larga desde que se comenzó a concebir en 2020 y la recepción ha sido muy buena en general. La gente ha valorado la evolución en cuanto a trabajos anteriores y es interesante ver cuáles son los temas favoritos, porque yo tengo los míos, pero no necesariamente coincidimos, aunque al fin y al cabo son todos mis hijos y me alegra que se busquen la vida como puedan. También noto que a la gente le cuesta más concentrarse en algo y la música lo sufre un poco. Como que es todo un poco superficial, incluso la escucha.

  • En la mayoría de las ocasiones, cuando un periodista musical critica un disco se tiende a catalogar dentro de un género las canciones incluidas en el mismo, pero en tu nuevo LP es casi imposible ceñirse a un único estilo, pues la paleta de sonidos es casi inabarcable, cambia prácticamente en todos los temas, ¿Cómo configuraste el sonido a la hora de crear tus nuevas composiciones?

Lo que pasa es que ya es como una marca personal. Todos los discos anteriores son un poco así, quizá el segundo, Aguinaldo, es el más homogéneo dentro de lo que cabe, pero nunca he considerado una uniformidad estilística, más bien todo lo contrario. Tampoco ha sido muy consciente, simplemente me sale así. Aunque no sé si es la edad o qué, pero justamente para este disco si busqué que hubiera algún tipo de tema común y es que los temas fueran melódicos y tuviesen motivos tarareables, eso y una instrumentación más «moderna» con sintetizadores y bases.

  • El disco fue creado en época de pandemia, ¿De qué manera afectó ese tiempo en tu persona y en las canciones incluidas en el disco?

Es un disco muy pandémico (risas). Se puede ver reflejado en la letra y en el hecho de que yo hice la mayoría de los arreglos con mi compi Ableton. Tiene ese punto de «aquí estoy, cantando para no volverme loco» (risas) Pero yo me lo pasé muy bien. Estaba haciendo lo que más me gusta, sin ningún otro tipo de compromiso social. En la noche veía cine de serie B o giallo, buscaba cosas que fueran muy visuales y que sirvieran de inspiración. tenía tiempo para leer y luego las pocas interacciones sociales eran valiosas, por ese componente de urgencia que tenían. No querría volver a vivirlo, pero estuvo bien, estuvo bien porque terminó (risas). El precio de todo eso era la histeria colectiva, las divisiones ideológicas, la soledad y el miedo. ¡Qué pereza!

  • ¿De qué forma trabajaste las canciones respecto a la forma que tenías de crear temas antes de la pandemia?

Antes de la pandemia solía trabajar la idea en horizontal, es decir, normalmente desde la guitarra, componía el tema completo con toda la estructura y luego ya iba a por los arreglos. Esta vez trabajé en vertical, es decir, en principio sólo tenía la idea, sin tener muy clara la estructura y la desarrollaba en el DAW. Iba haciendo los arreglos al mismo tiempo y luego pasaba a la siguiente parte de la canción. No tengo favoritismos en cuanto a metodología. Lo que me interesa es que pueda haber distintas metodologías disponibles.

 

  • Te acompañaste por nombres conocidos en la escena musical como Ojo e Israel Marcos, ¿Cómo fue el proceso de registrar las canciones en el estudio de grabación?

Ojo es muy colega y teníamos ganas de trabajar juntos e Isra había producido el disco anterior Zafa! y la experiencia había sido muy satisfactoria. El plan era que Isra produjese y Ojo se ocupara más de la parte técnica. Le envié las demos a Isra, eran unas demos muy curradas con todos los arreglos incluidos a excepción de ‘Waltzing the Tide’. A Isra le encantó y dijo que habría que hacer el disco lo más parecido a las demos. La teoría sonaba bien, pero en la práctica no funcionaba igual y eso acabó generando problemas entre Isra y yo y tuvimos que distanciarnos así que el disco lo terminé con Ojo. Lo que parecía coser y cantar se acabó convirtiendo en toda una maraña de pistas y niebla en medio de un mar embravecido.

  • Todas las canciones están interpretadas en inglés, excepto la que titula el disco, ‘La Niebla’, que es en castellano, ¿Qué significa esa canción para ti dentro del álbum y por qué la cantas en castellano en lugar de en inglés como las demás?

No me acuerdo muy bien por qué decidí cantarla en español, porque cuando tengo una idea, lo típico es que la melodía la trabaje en inglés. Me sale por defecto. Incluso la melodía del estribillo la hice tarareando cualquier cosa en inglés y luego escribí en español. Pero probablemente mientras estuve trabajando la idea se me metió un pensamiento que decía «esta hazla en español, a ver qué pasa…» y dije «Vale». La canción da el título del disco porque por un lado es un buen título, corto, reconocible y luego porque es una metáfora perfecta de todo lo que estaba pasando en ese momento y el tema habla de eso.  También hubo otro tema en castellano que se llama ‘El Remolino’ y era otra metáfora de lo mismo, pero no lo pude incluir en el disco por una cuestión de espacio. Tuve que elegir entre esa y ‘Somewhere’ y la última me pareció estilísticamente más apropiada.

  • Te catalogan como un “crooner pop”, aunque leo que no te gusta ser definido de ningún modo, ¿cómo encaja Charles Lavaigne en la música española y en qué ubicación sitúas tu nuevo disco?

No es que no me gusta ser definido, que tampoco, pero es más bien que no sé. En todo caso tendría que ser un título bastante ambiguo e inclusivo: ¿Pop Rock?, ¿Indie? ¿Alternativo? ¿Música no-concreta? ¿Música caprichosa? ¿Cómo encaja Charles Lavaigne en la música española? Sigo considerándome un secreto muy bien guardado. No entiendo por qué, si no soy celoso.

  • El nuevo álbum fue presentado hace meses en directo en Madrid, ¿Cuáles son tus planes a la hora de llevar las canciones de LP por salas y festivales de la península? ¿Te pones algún reto para tocar en algún sitio?

Pues voy un poco lento con los deberes, que tengo dos bebés en casa, pero estoy abierto a todas las posibilidades de contratación.

[Abril 2024]

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