Xavier Calvet

Xavier Calvet

Mi manera de componer y los mecanismos para escribir canciones no han cambiado, es más bien el envoltorio lo que verdaderamente es diferente.” (Xavier Calvet)

Texto: Alfredo Rodríguez

Fotografías: Mónica Pallí

Tras debutar en solitario con su largo Firebird (BCore Disc, 2017), el cantante y guitarra Xavier Calvet regresa a la actualidad musical con su segundo LP Crosswinds (BCore Disc, 2019). Formado por once nuevas composiciones recoge unas melodías y unas letras que sirven para marcar su nuevo camino. Y es que muchos dicen que todo pasado fue mejor, pero su presente es su mejor momento, como muestra en su cancionero. Charlamos con el artista gerundense con motivo del lanzamiento de su citado nuevo disco.

· Publicaste tu debut largo bajo el título de Firebird (BCore Disc, 2017) en octubre de hace dos años y lanzaste tu segundo LP Crosswinds (BCore Disc, 2019) el pasado mes de marzo, ¿cómo se han sucedido los acontecimientos para publicar nuevas canciones, aparentemente tan pronto?

La verdad es que empecé a componer cosas nuevas poco después de terminar la grabación de Firebird. Sin prisas pero a un ritmo constante. Durante los meses en los que estuve presentando el disco fui dando forma a las nuevas composiciones y cuando me di cuenta tenía material suficiente como para grabar un nuevo disco. Mi intención era darle continuidad al proyecto y viendo que cada vez dábamos más conciertos con la banda al completo, me propuse entrar al estudio con la intención de, prácticamente, enlazar el fin de gira de Firebird con la salida de Crosswinds.

· Presentas once nuevas canciones en tu citado nuevo disco, ¿hay alguna composición que guardaste de tu anterior álbum o que fuesen a usarse en un hipotético nuevo trabajo de Bullitt?

Pues sí, hay un par de ellas. Por un lado ‘Lost Highway’ podría haber entrado en Firebird porque la tenía hecha y la tocaba entonces. Junto con ‘In my Dreams’, ‘Little Girl’ y ‘Fall Out Boy, que son canciones que recuperé de mi anterior etapa en solitario bajo el nombre de Lazy Juo. Y luego está ‘Fading In The Open’ que es un tema que llegamos a trabajar con Bullitt en su día, pero que nunca supimos darle el ambiente que imaginábamos. Me hace ilusión que esté en el disco, porque es una canción que tiene su historia detrás y que todos me animaron a incluir en el tracklist. Lo bueno de ir al estudio con canciones de más es que siempre acabamos decidiendo entre todos las canciones que entran y cada cual dice la suya.

· ¿Qué ha supuesto para ti pasar del punk-rock y rock alternativo a un sonido más folk y americano?

Si te digo la verdad, no me ha costado grandes esfuerzos. Mi manera de componer y los mecanismos para escribir canciones no han cambiado, es más bien el envoltorio lo que verdaderamente es diferente. La posibilidad de trabajar mis canciones desde otro punto de vista y otras sonoridades, gracias a la banda que tengo y a la labor de Santi Garcia cómo productor. Por supuesto ha sido un cambio buscado y que viene marcado sobretodo porque me apetecía dar este giro. Siempre pongo el mismo ejemplo, pero es verdad que hay canciones de Xavier Calvet que podrían ser temas de punk-rock como los que hacíamos, tocados a piñón. Estar en Bullitt más de doce años me enseñó un montón de cosas y me dio las herramientas para llevar mi discurso musical a otros terrenos. La otra cosa es aprender a adaptarse a los directos, escenarios, acústica de la sala, manera de tocar, etcétera, acompañado de cinco musicazos y tocando una música que si bien no exige tanto en lo físico sí lo exige en cuanto a técnica y pericia. Cada cosa tiene lo suyo y la verdad, disfruto de ambas ahora que puedo compaginar mi proyecto personal con tocar en otro grupo como Jamie 4 President. Cada cosa tiene su momento y su espacio.

· Podemos escuchar influencias de artistas como The War On Drugs, Ryan Adams y Fountains Of Wayne en las canciones, ¿qué han supuesto sus respectivos sonidos a la hora de crear tus nuevas composiciones?

Grandes influencias para mí, sin duda. Tanto a nivel de producción como en cuanto a las composiciones son claros ejemplos del camino que me gustaría tomar con este proyecto. Estas que nombras son de las más importantes y evidentes pero hay muchas más. Es como si cada grupo que me ha gustado y por el que me he interesado desde que tenía 12 ó 13 años fuera dejando un pequeño poso en mi disco duro personal. De ese lugar es de donde salen las cosas y es evidente que hay un sinfín de capas que se van sobreponiendo y formando tu estilo, tu manera de funcionar y al final el que acabará siendo tu discurso. Nunca tuve problemas por escuchar música de otros estilos, ya sea más cercanos y/o alejados al punk-rock, lo que pasa es que a menudo tendemos a pensar que cuando estás en un grupo y tocas un estilo, ese es el que te define. No es así, las orejas mejor siempre abiertas, y aunque no te voy a decir que me gusta todo, hay cierta música que me es difícil de escuchar, la mayoría de música que se hace me interesa, y no conozco ni una cuarta parte de lo que hay ahí fuera. Cada día descubro grupos, o algún amigo me pasa algo nuevo y me digo a mi mismo, “¿Cómo es posible que haya estado 39 años sin haber escuchado esto?” Los últimos grupos que he descubierto así, por recomendación directa, se llaman Pugwash y Cordovas. ¡Increíbles!

· El disco ha sido grabado entre octubre y diciembre del año pasado en los estudios Ultramarinos Costa Brava de Sant Feliu de Guíxols por Santi García y masterizado por Víctor García, ¿qué aportaron los hermanos a tu grabación teniendo en cuenta que os conocéis desde hace años?

Lo primero tranquilidad. El saber que estás en buenas manos, que sus consejos siempre van a ser para bien y para mejorar, que hay pocos con su talento y buen gusto y que siempre van a tratar de sumar esfuerzos sabiendo cual es tu idea y adónde pretendes llegar. Es verdad que el hecho de estar en Sant Feliu facilita las cosas en ese sentido, podemos aprovechar muchos ratos para discutir esto y aquello, y a veces eso hace que nos tomemos las cosas con calma, pero forma parte del ‘flow’ con el que trabajamos siempre.  Luego también hay una cosa muy importante, que Santi y Victor participen de la grabación hace que mientras estamos grabando ellos ya piensen en cómo va a sonar, y esa es una parte fundamental del proceso de grabación. Soy muy pesado, pero siempre digo que mis discos no serían igual sin ellos y la banda que tengo la suerte de tener a mi lado. En el estudio se habla, se discute y sobretodo, se toman decisiones que van a definir el producto final. Es importante tener a personas de tu confianza a tu lado cuando llegas a tomar tantas decisiones en unas escasas dos semanas, de lo que decidas saldrá un disco u otro.

· Es curioso que hayas grabado once canciones tan luminosas y radiantes en una época tan gris y fría como es el otoño, ¿cómo te enfrentaste a las jornadas de grabación del disco?

Es curioso, porque la sensación que tengo es que son algunas de las canciones más de invierno que he compuesto. Puede que no dejen de sonar alegres porque eso forma parte de mi personalidad musical, pero en cuanto a producción y matices, me parece un disco más de manta y sofá, a diferencia de Firebird que me sonaba a ventanilla abierta, como solemos decir nosotros. Resumiendo, mi conclusión a lo bestia sería que Firebird es un disco expansivo, que mira hacia fuera, en cambio Crosswinds está basado en la introspección y la reflexión. Puede que a nivel de sonoridad confunda, pero en lo referente al mensaje te puedo asegurar que es así.

· De las once canciones que incluye tu nuevo disco destaca el brillante single ‘The Runner’, ¿podría ser tu mayor HIT hasta la fecha?

(risas) ¡Ojalá! No sabría decirte. Todas las canciones son especiales y esta no es una excepción. Salió desde otro punto de vista, no tanto como la arquetípica canción pop de estrofa-estribillo, si no más bien pensando en la idea de loop o mantra que define las canciones progresivas. De hecho la llamábamos ‘Progressive’ cuando no tenía todavía título. Mucha gente la compara con The War On Drugs y estoy seguro de que la compuse bajo su influencia y también la de otros grupos que me gustan mucho, como Maritime, dEUS, Matt Pond PA o Spoon.

· Igualmente, cabe mencionar la canción ‘The Sunlight Brigade’, con un slide guitar que eclipsa sobre los demás instrumentos y un vocoder muy peculiar, ¿cómo trabajaste este corte?

Queríamos que fuera la continuación de ‘The Grey Lane’ (la canción que abre Firebird) en este disco. La idea de canción desnuda con poca instrumentación pero con mucha atmósfera envolvente. Es una canción que hable del hilo que nos une a la vida y la muerte, de la posibilidad de que haya otras dimensiones más allá de las que conocemos y al final, de una manera de entender las realidades paralelas en el universo. si habéis visto Interstellar, por ejemplo, la cosa va por ahí. Entonces queríamos que hubiera como esta especie de bruma que lo envuelve todo, y el slide, junto con un piano muy minimalista y algo de bajo nos daba el efecto que buscábamos. Lo de la voz no fue premeditado y vino, como en tantas otras ocasiones, fruto de un accidente. Nos gustó tanto cómo quedaba el efecto auto-tune exagerado que decidimos que así se quedaría.

· En las primeras presentaciones en directo – Barcelona, 18 de mayo y Madrid, 13 de junio – contarás con una “mega-banda” formada por Vidal Soler a la guitarra, Santi García la bajo, Enric Pla a la batería, Guillem Caballero a los teclados y Marc Clos a la percusión, ¿cómo les convenciste para que te acompañen en tus conciertos? ¿Será la única oportunidad de ver esta formación o realizarás más conciertos con ellos?

Lo de como les convencí… Todavía no lo sé (risas). Yo les dije que me lanzaba con esto y que les quería en el equipo y la cosa surgió. No siempre puedo contar con todos ellos. Santi, por ejemplo, tiene la agenda completa en el estudio a un año vista, Vidal toca ahora con Els Pets, Enric acaba de ser padre, Guille tiene su proyecto Chaqueta de Chandal además de tocar con Joan Colomo y Marc Clos está con The New Raemon, Love of Lesbian y una lista interminable de proyectos de jazz, además de música antigua y orquestas sinfónicas. Compaginar las agendas de cada uno se hace imposible a ratos pero siempre acabamos encontrando la manera de llegar más o menos a todo. Ayuda mucho tener a Xavi Romero y a Borja Perez, amigos y bajistas, que sustituyen a Santi cuando no puede, o que Marc haga las veces de Vidal cuando coincide que éste no puede venir. Entre todos lo sacamos adelante. En principio los conciertos de presentación de Crosswinds serán todos con la banda al completo.

· En tu última gira tocaste con Jack Johnson en el Festival de la Porta Ferrada, ¿cómo surgió la posibilidad de actuar con el cantautor hawaiano? ¿Con quién te gustaría compartir cartel y escenario en tu próxima gira?

Fue algo bastante increíble. Según tengo entendido los promotores del concierto le mandaron seis o siete propuestas y él mismo nos eligió. El día del concierto apareció a media tarde, nos saludó y en seguida se interesó por el proyecto, por quien éramos y la música que hacíamos, incluso por la hora en la que estaba prevista nuestra actuación para no perdérsela. Supongo que le sorprendió ver que hacíamos música tan cercana a las raíces de la americana siendo de Sant Feliu, y que lleváramos camisetas de Queens of the Stone Age, de quien nos dijo que eran grandes amigos. Fue súper amable con nosotros y en seguida me invitó a cantar una canción con él y su banda. La ensayamos en un pequeño set que tenían habilitado para calentar antes del bolo y fue espectacular poder cantar a su lado, ademas una canción que me encanta como es ‘Breakdown’. Fue una noche que tuve que rememorar varias veces para convencerme de que todo había sido real. No tengo preferencias sobre con quien compartir escenario, sí un montón de grupos favoritos, desde Teenage Fanclub a Josh Rouse, pasando por Nada Surf, pero es evidente que mucho mejor si es con tipos como Jack, de carne y hueso, que te tratan de tú a tú y empatizan con tu realidad. Lo normal por desgracia en este tipo de conciertos es telonear a alguien que, con suerte, apenas te va a saludar. Al final detrás de la música están las personas, y a menudo te das cuenta que este mundillo es frío, distante e impersonal. Mola ver que siempre hay excepciones que confirman la regla.

[Abril 2019]

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