«Siempre me he auto saboteado las intentonas de salir en solitario»
Texto: Alfredo Rodríguez
Fotografías: Esther Galván
En dos décadas pueden pasar muchas cosas, sino que se lo pregunten a Escribano, el nuevo proyecto musical del cantante, guitarrista y productor Álvaro Escribano, quien debuta en solitario con su disco En El Camino Está La Perla (2022). En el mismo nos deleita con ocho canciones donde mezcla diversos estilos como el rock and roll, el power pop, el punk rock y el soul, reproduciendo todo lo aprendido a lo largo de idas y venidas con otras bandas. Su experiencia se plasma en un LP que tenía que ver la luz tarde o temprano, por lo que era cuestión de tiempo que pudiésemos escuchar este atractivo trabajo.
- Después de veinte años con distintos proyectos musicales te lanzas con tu primera referencia en solitario bajo el nombre de Escribano, ¿en qué momento decidiste dar el paso de formar este nuevo proyecto? ¿Cuáles son las diferencias respecto a tus anteriores grupos?
Siempre me he auto saboteado las intentonas de salir en solitario. En parte por haber crecido musicalmente siempre en contexto de grupo, y en parte por el vértigo que da hacerlo. Las ganas estaban, pero ha habido dos cosas determinantes a la hora de hacerlo: en primer lugar, la insistencia de Miguel Marcos de Le Voyeur para que emprendiera el proyecto, ayudándome a plantear la producción en una fase muy temprana del mismo, además del apoyo y crítica constructiva constante de Diego Serrano (mi compañero en mil batallas) y Blanca, mi mujer. Por último, el haber conseguido tener la sensación de grupo, aunque ponga yo la cara, ha sido determinante para querer continuar de forma activa con ello.
- El disco lleva publicado un mes, ¿cómo están funcionando estas semanas tus nuevas canciones entre tu particular “parroquia musical”?
Pues la verdad es que mejor de lo que me esperaba dentro de los modestos resultados. Me he dado cuenta de que la gente se ha tomado la molestia de escucharlo con atención y darme su opinión más allá de un «ay, qué guay tu disco». Estoy bastante contento con ello, ya que siempre mola más la calidad que la cantidad, aunque las dos juntas están muy bien. (risas)
- Como no podía ser de otro modo mezclas diversos estilos que van desde el rock and roll hasta el power pop, pasando por el punk rock y el soul, ¿en qué género te encuentras más cómodo? ¿En qué te inspiraste a la hora de crear los sonidos y las letras de tus nuevas canciones?
La principal inspiración a nivel musical del disco vino de la idea de intentar hacer una amalgama de lo que he tocado a lo largo de estos años sin que fuera un pastiche, que tuviera sentido. De ahí que haya un poco de todo de lo que me gusta y me siento cómodo tocando. En cuanto al género… pues te diré que aprendiz de todo, maestro de nada. Me siento cómodo tocando un poco de todo lo que me gusta, pero tampoco te diría que soy un cremas en algo en concreto. Para el punk rock me falta velocidad (sobre todo muteando), para el rock ‘n’ roll ser más tocón, para el power pop más finura y para el soul todo lo anterior a la vez (risas) Pero el caso es que en la mezclilla de todo rodeado de amigos me siento cómodo.
- El disco pasa como un misil por los oídos en casi treinta minutos de duración, ocho canciones repletas de fuerza y melodías contagiosas para cantar y sudar en una sala de conciertos. Con el mundo musical enfocado a los singles, las plataformas digitales, las redes sociales tan en auge como Instagram y TikTok, ¿tenías previsto publicar un LP más largo o no barajaste la opción de hacer un tracklist más largo?
¡Muchas gracias! La verdad es que la idea primigenia, antes de tener ningún concepto, era la de hacer el disco estándar de diez canciones. Empecé a preparar, construir y descartar unos catorce temas si no recuerdo mal. Llegado el momento de grabarlas (lo hicimos en dos tandas) vi que en las ocho que han conformado el disco estaba todo lo que quería decir y que duraban menos de media hora. ¿Para qué más si todo cerraba bien?
- Aunque es tu primera referencia en solitario vuelves a contar con grandes músicos como son David López a la guitarra, Payom Hafezieh al bajo, Conrado Martín al bajo, Sergio Valdehita en el teclado y Patxi Urchegui y David Pardo en los vientos, ¿fue complicado el proceso de buscar a esas personas encargadas de darle el sonido final a tus canciones? ¿Qué aportan cada uno de ellos?
Fue un proceso bastante natural. El grupo como tal lo componemos Conrado, Payom, David y yo. Sergio, Patxi y David (Pardo) aportaron arreglos muy necesarios (¡y muy inspirados!). Al primero que contacté fue a Conrado. Me gustó muchísimo su enfoque de la batería en la última formación de Cooper y algo sabía que se había trasladado de su León natal a Madrid. Era al único que no conocía. Le presenté un poco la idea del proyecto y le gustó. Y hasta hoy. Payom es amigo mío desde hace la tira de años y hemos tocado juntos en mil y un historias. Tenía claro que fuera él quien se encargara del bajo en el proyecto. Y con David es una historia curiosa: nos conocemos hace la torta, hemos colaborado un montón de veces, pero nunca habíamos tenido un grupo juntos. Y qué acierto. Una cosa guapísima es que ninguno de los tres se conocía previamente y se están llevando que te cagas. Lo mismo les une su desprecio hacia mí. (risas)
- Como no podía ser de otra manera, las canciones incluidas en el disco fueron registradas en tu estudio La Chulona, ¿qué significa seguir trabajando en un espacio tan familiar para ti? ¿Pensaste en buscar otra ubicación con otro equipo o no entraba en tus planes esa opción?
Significa la tranquilidad de estar en casa. De poder probar cosas sin ver un taxímetro correr y agobiarse. También ha sido la oportunidad para aprender cosas nuevas, por lo que estoy contento. En cuanto a ir a otro sitio: permanentemente estoy pensando en estudios en los que me gustaría grabar, sobre todo baterías. Guitarras me da más pereza por desplazar el material y porque tengo muy pillada mi sala, aunque si me gustaría en el futuro grabar un disco y no tocar ni un botón. Ya veremos.
- De las ocho canciones incluidas en el disco se presentaron tres como adelantos para conocer lo que ahora podemos disfrutar en su totalidad, ¿son las más representativas del disco? ¿Te costó elegir esos temas o tenías claro que eran los singles que querías mostrar de tu nueva etapa?
Tenía clarísimo ‘Una De Cal Y Otra De Arena’ y ‘Tierra Quemada’. Creo que eran, por una parte, lo más reconocible sobre mí y por otro lo más arriesgado. Nunca había hecho una canción tan reposada que acabara en un punto tan épico. Quería que fueran definitorias del proyecto, en plan: oye, que pruebo cosas nuevas, pero me siguen gustando los estribillacos y las canciones de dos minutos y medio.
- Has elegido la auto-edición para publicar tus nuevas canciones, ¿tuviste alguna alternativa discográfica para editar las mismas o no buscaste esa opción? ¿Cómo encajaría tu música en un sello convencional como los que tenemos en nuestro país?
Te podría contar una peli, pero paso. (risas) Hablé con unos pocos sellos para ver si querían editarlo y no hubo nadie interesado. Esto hace quince años me destrozaba. Ahora me da lo mismo. (risas) Si surge, surge. Si no, a seguir haciendo cosas. No tengo ni idea de cómo encajaría. No estaría mal tener booking, management y quien fabricara las copias, pero insisto en que tampoco se me van a quitar las ganas de seguir escribiendo cancioncillas y tocándolas con la peña si eso no sucede.
- Por el momento no te estás prodigando mucho en directo con este proyecto, ¿cuáles son los planes que tienes a la hora de presentarlo en Madrid y otras ciudades? ¿Harás una gira convencional o no entra en tus planes salir a la carretera con tu banda?
El sábado 17 de diciembre lo presentamos en Madrid, en el Wurlitzer Ballroom junto a Matanzzo, el pedazo de grupo que se han montado Fer y Jorge de Trono De Sangre. ¡Va a estar to guapo! En cuanto a tocar el disco, la complicación que tiene es la económica. Para que los números salgan, tiene que haber una serie de requisitos. Así que, veremos qué conseguimos. Espero poder tocarlo bastante, que al final es lo que más mola.
[Noviembre 2022]
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