Los canadienses celebran un cuarto de siglo en activo publicando nuevo trabajo discográfico, décimo en formato largo. En el mismo encontramos once canciones producidas junto a Eric Ratz (Billy Talent, Cancer Beats, Monster Truck), con quien trabajaron previamente en los álbumes séptimo y octavo, esto es, Fire Music (Bad Taste Records, 2015) y Wild Cat (AFM, 2017), respectivamente. Puede que trabajar en repetidas ocasiones con su compatriota les esté pasando factura, pues sus últimos lanzamientos se han convertido en repetitivos y faltos de nuevas ideas. Cierto es que a estas alturas de su discografía tampoco vamos a esperar grandes innovaciones en las canciones del trío completado por John Calabresse (bajo) y Rich Knox (batería) (este último convertido en el batería más asentado de la formación desde hace ocho años, sustituyendo a los seis anteriores miembros que ocuparon el puesto), pero se agradecería un poco de riesgo. Los singles presentados, ‘I Want Out’, ‘Flaunt It’ y ‘Saturday’, pueden servir como referencia del resto de listado de canciones que no sorprenden, pero ofrecen una buena dosis de rock and roll, tan necesario en nuestras vidas. Los de Toronto rinden homenaje con este LP a otros tríos que han marcado la historia del género como Jimi Hendrix Experience, ZZ Top, Rush, Motörhead, Venom, Dinosaur Jr. y Jon Spencer Blues Explosion, entre otros. Está muy bien que mantengan su esencia, sigan llevando su particular rock por medio mundo, pero para futuros discos estaría bien que se aventurasen con nuevos elementos, bien sea explorando otros géneros o experimentando dentro del propio rock enérgico que les caracteriza. Que está muy bien, ojo, pero también se agradecen nuevas metas y nuevos objetivos con los que mantener el interés de sus seguidores e intentar superarse con cada grabación en lugar de estancarse y contentarse en su zona de confort.
Alfredo Rodríguez
