[The New Raemon @ El Sol. Madrid. 15.11.2012]
[Promotor: I’m An Artist]
Y por fin llegó la presentación oficial de Tinieblas, Por Fin (Marxophone/Cydonia, 2012) a la capital con una expectación inusual, hasta el punto que tuvieron que abrirse las puertas antes de la hora prevista ante las decenas de personas que se situaron frente al cierre de la mítica sala madrileña. Sin artista invitado, sin adornos, directo al grano, así fue Ramón Rodríguez a por todas acompañándose de fieles escuderos como Víctor García a la batería, Marc Prats al teclado y voz y Pablo Garrido a las guitarras, además de un gran bajista, una violinista, un saxofonista y un trompetista, formación que brilló con todos y cada uno de los acordes interpretados durante su actuación. No sabemos si fue porque se trataba de un showcase exclusivo como el realizado en Barcelona recientemente, pero Ramón cogió el toro por los cuernos, como suele decirse, presentando un disco como tiene que ser, tocándolo, no disparando un par de singles, echando mano de los particulares greatest hist para goce y deleite del personal y yéndose a casa. En esta ocasión se olvidó de canciones cabecera de su etapa en solitario (‘La Cafetera’, ‘Tú, Garfunkel’ o ‘La Siesta’, por ejemplo) para afianzarse con un sonido serio, crudo y directo con la inicial ‘Galatea’, la embaucadora ‘Casa Abandonada’ y la gran ‘Marathon Man’. Dio igual que la letra no irrumpiese en su cerebro a la primera de cambio y hubiese que comenzar de nuevo la canción, pues con la enorme pegada de Víctor a las baquetas fue fácil dar marcha atrás. Con menos bromas que antaño, el Raemon divertido, dicharachero y cercano tornó a un frontman pendiente de cada detalle, cada instante, cada nota que muchos de los presentes ni habían llegado a escuchar. Se agradece que no ejecute una y otra vez el mismo directo, teniendo momentos para estremecer nuestras almas con su gran instante electro-acústico, desnudando sus composiciones de manera brillante, volviendo poco después a rodearse por sus compañeros justo antes de irse hacia el camerino con una intensa ‘Devoción’. Regresaron rápidamente al escenario para despedirse con el triplete ‘Tinieblas, Por Fin’, ‘Soñar La Muerte’ y ‘Llenos de Gracia’, donde las guitarras predominaron y sacaron el rock eufórico frente al pop meloso, afianzando un novedoso set-list que nos dejó claro el nuevo punto de vista de un artista que parece no tener techo y mira el futuro con ganas.
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[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Alfredo Rodríguez