[Sonisphere Festival @ Getafe Open Air. Getafe (Madrid). 15/16.07.2011]
Viernes 15 [primera jornada]
La primera jornada de la segunda edición del Sonisphere Festival en Madrid tuvo como protagonistas varios elementos: por un lado el terrible calor que hizo durante las primeras horas de la tarde, por otro el polvo que se levantó entre concierto y concierto cuando la gente se movió por el recinto y finalmente la falta de un cabeza de cartel concreto que liderase las actuaciones. Así, con más de 30.000 heavys pululando por el recinto del Getafe Open Air de la localidad del sur de la capital, se llevaron a cabo ocho directos desde mediada la tarde hasta bien entrada la madrugada.

Tras el pistoletazo de salida con los ingleses Bullet, los manchegos Angelus Apatrida dieron buena cuenta de porqué triunfan en toda Europa con su sobresaliente disco Clockwork (Century Media, 2010), del que interpretaron buena parte del mismo, ante la atónita mirada de quienes no les conocían y aguardaban impacientes frente al escenario mientras eran regados, literal, por dos mangueras que sofocaron la intensa temperatura. El rápido cambio sirvió para que Valient Thorr calentasen, más aún si cabe, un ambiente donde las primeras filas comenzaron a llenarse de intrépidos valientes que salían de las sombras de las carpas y los agradecidos túneles de agua que hicieron más llevadera la tarde. Los cinco barbudos, liderados por su peculiar vocalista, se lanzaron con algunas canciones de su reciente largo Stranger (Volcom Entertainment, 2010) y rescataron algunos de sus sonados hits como ‘Red Flag’, ‘Tomorrow Police’ y ‘Mask Of Sanity’ con los que, seguro, ganaron algún adepto gracias a su compacto directo. No podemos decir lo mismo de los franceses Gojira, quienes a pesar de contar con un gran número de seguidores por estos lares no supieron tirar de sus gargantas y no conectaron con el respetable. Su metal pesado, demasiado lento esta vez sobre las tablas, se repitió una canción tras otra y no les puso a tono en toda su hora de directo. Poco más o menos como a los madrileños Sôber, quienes a pesar de gozar del mejor sonido de la jornada nos hicieron bostezar en más de una ocasión. Echando mano de clásicos básicos de su repertorio como ‘La Nube’, ‘Arrepentido’ y ‘Loco’ levantaron vítores y aplausos, si bien las nuevas canciones que forman su reciente lanzamiento Superbia (Sony Music/Last Tour Records, 2011), no encontraron su lugar en un directo que fue de menos a más. Seguido, los suecos Arch Enemy hicieron que nos alejásemos de la parte frontal del escenario, pues la voz de Angela Gossow nos produjo indiferencia y rechazo por partes iguales. Sus compañeros, con una técnica intachable, maquillaron el resultado pero no por ello nos llamaron la atención.

La recta final de la noche fue para Slash y The Darkness. El primero, con su chistera como atuendo característico, echó mano de la voz de Miles Kennedy (Alter Bridge) para interpretar unas canciones que hablaron por sí solas gracias a los sonidos de la guitarra del mítico músico británico. Con el repertorio de su nuevo trabajo Slash (Roadrunner, 2010) pasando totalmente inadvertido entre los presentes, no podemos decir lo mismo de las canciones de Guns ‘N’ Roses (‘Sweet Child O’ Mine’, ‘Rocket Queen’, ‘Nightrain’), coreadas al unísono por una multitud enfervorecida. Cual verbena de barrio, rescató incluso algún corte de Velvet Revolver, donde Kennedy nos recordó amablemente a Scott Weiland con un logrado tono vocal, sin embargo, aquello parecía más la interpretación de canciones populares que otra cosa. Los segundos, con un aparentemente recuperado Justin Hawkins tras su adicción a las drogas, suplieron con nota su presencia en el cartel tras su sonado regreso a los directos. Durante unos sesenta minutos a piñón fijo deleitaron con sus canciones de siempre entre las que no faltaron, como no podía ser de otro modo, sus coreados hits ‘I Belive In A Thing Called Love’, ‘Growing On Me’ y ‘Love Is Only A Felling’. Su pose glam con toques hard rock y heavy metal parece haber vuelto por buen camino, incluso con opciones de quedarse otra temporada pues anunciaron que nos visitarán el año que viene. Fin de una larga y calurosa jornada donde las guitarras comandaron una cita ineludible para los amantes de los sonidos más toscos.
Sábado 16 [segunda jornada]
La segunda jornada tuvo tres hechos predominantes durante su celebración: el tremendo calor que aumentó respecto a la jornada inaugural, el asfixiante polvo que hubo de principio a fin de las actuaciones y las miles de camisetas de Iron Maiden que vistieron la gran mayoría de los 40.118 asistentes. Después de unos tempraneros Hammerfall actuando a la hora del Telediario, inauguramos nuestra presencia en el atestado recinto con el cuarteto Mastodon. A punto de publicar su quinto larga duración echaron mano de sus anteriores cuatro trabajos con canciones como ‘Oblivion’, ‘Crystal Skull’, ‘March Of The Fire Ants’ y ‘Blood and Thunder’, con la que cerraron un directo repleto de técnica, sobriedad e intensidad. Destacar la pegada de Brann Dailor a la batería, con una fuerza que aumenta según giran por todo el mundo, así como la garra que mostró Troy Sanders, quien se mostró más comunicativo y activo que de costumbre. Seguidamente actuaron los fineses Apocalyptica, habituales en los escenarios de nuestro país, ante una nutrida legión de seguidores que gritaban su nombre frente a las tablas. Los chelos de Perttu Kivilaakso, Paavo Lötjönen y Eicca Toppinen y la batería de Mikko Sirén no encontraron su lugar ante una audiencia que dio muestras de interés únicamente cuando rescataron sus habituales adaptaciones de las canciones de Metallica, en esta ocasión echando mano de ‘Master Of Puppets’, ‘Nothing Else Matters’ y ‘Seek & Destroy’.

Tras los nórdicos el turno fue para los norteamericanos Dream Theater, quienes no merecieron tocar a media tarde, pero claro, la programación de un festival a veces tiene esas cosas, los horarios incomprensibles para unos y atractivos para otros. De su concierto presenciamos el esperanzador inicio y el soporífero final, pues después de la salida del buque insignia de la formación, el batería Mike Portnoy, poco interés suscitaton en directo. Con un John Pretucci en estado de gracia con su guitarra, presentaron su nueva canción ‘On The Backs Of Angels’ y repasaron su extensa carrera musical ante un público que esperaba impaciente el plato fuerte de la jornada. Después de un interminable rato donde se preparó el escenario para la salida de Iron Maiden, el sexteto británico saltó a escena tras una de sus habituales introducciones, encadenando la misma con ‘The Final Frontier’, ‘El Dorado’ y ‘Two Minutes To Midnight’, momento en el que respetable entró totalmente en éxtasis y el grupo funcionó cual cadena de montaje perfectamente engrasada. Con un Bruce Dickinson que recorrió kilómetros sobre el escenario con sus espectaculares carreras de un lado a otro, el show siguió su curso cual prospecto medicinal, todo organizado, nada fuera de su sitio: un par de canciones nuevas (‘The Talisman’, ‘Coming Home’), la celebrada ‘The Trooper’, el numerito de las banderas, el Eddie gigantesco haciendo acto de presencia, Steve Harris apuntando con su bajo cual metralleta al público, el bis con ‘The Number Of The Beast’, ‘Hallowed Be Thy Name’ y ‘Running Free’ y toda la parafernalia habitual que les rodea. Quienes lo vieron elevaron sus puños al cielo con los cuernos hacia arriba y corearon los riffs de las guitarra de Murray, Smith y Gerks. Todos contentos, como era previsible.

Finiquitamos nuestra presencia en el festival con unos longevos Twisted Sister que nos dejaron a cuadros ante el derroche de energía, sobre todo por parte de su vocalista, el activo Dee Snider. Con una vitalidad digna de envidiar y a pesar de retirarse hacia la parte trasera del escenario casi en cada canción (¿¡quizá a inhalar oxígeno para aguantar el asfixiante ritmo!?), el líder, respaldado por sus cuatro compañeros de fatigas, nos deleitó con canciones como ‘The Kids Are Back’, ‘You Can’t Stop Rock And Roll’ y ‘Shoot ‘Em Down’ y las siempre presentes y coreadas ‘We’re Not Gonna Take It’ y ‘I Wanna Rock’. De no ser por el concierto previo de Iron Maiden los de Long Island (USA) hubiesen sido los grandes triunfadores de la jornada. Les siguieron los ingleses Uriah Heep y los italianos Lacuna Coil, pero el ambiente polvoriento y el calor pudo con nosotros, por lo que nos retiramos esperando impacientes la próxima edición.
[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Rubén Navarro