¿Puede salir mal un documental en el que aparecen músicos como Neil Young, Trent Reznor, Josh Homme, Tom Petty, Pat Smear, Frank Black, Lars Ulrich…? Seguramente no. Tener a semejante plantel de celebridades musicales en pantalla ya es suficiente para poner a salivar a todo amante del rock que se precie y un tipo listo como Dave Grohl bien lo sabe. El actual líder de Foo Fighters ha tirado de agenda y con los míticos Sound City Studios como excusa se ha lanzado al mundo del documental para rendir homenaje no solo a tan importante lugar, sino a una manera de entender la música. A una visión romántica del proceso de composición y grabación de un disco en cinta analógica que prácticamente se ha perdido en una actualidad donde ‘lo digital’ controla todo, donde un buen equipo informático puede enmascarar las deficiencias musicales de muchos artistas y donde infinidad de discos suenan a producción en cadena carente de alma. Eso es “Sound City” y todo lo demás es una gran excusa. Una en la que no faltan momentos emotivos con el personal que ha dedicado su vida al estudio situado en Los Ángeles en el que se grabaron discos tan importantes como After The Gold Rush (Reprise, 1970) de Neil Young, el debut de Fleetwood Mac o Nevermind (DGC, 1991) de Nirvana, obras que permitieron que los Sound City sobrevivieran a malas épocas, como la llegada de las grabaciones digitales. A esta parte dedica Grohl una primera mitad del documental por la que también desfilan productores de renombre como Rick Rubin, Nick Raskulinecz, Butch Vig o Joe Barresi y que da pie a una segunda en la que se trasladan al 606 Studio, propiedad del ex-batería de Nirvana. Allí, y con la antigua mesa de grabación de los Sound City Studios, nace “Real to Reel”, el disco. Y digo nace porque las canciones toman forma en el propio estudio con la unión de Grohl, sus Foo Fighters y todo un plantel de enormes colaboradores. Stevie Nicks de Fleetwood Mac, Lee Ving de Fear, Rick Springfield, Josh Homme, el Beatles Paul McCartney o un Trent Reznor que aporta la visión más “digital” no dudan en acudir a la llamada y dar rienda suelta a su creatividad en el estudio. Una segunda parte casi mágica que termina de redondear un documental que disfrutarán los apasionados de la música pero que seguramente dejará bastante indiferente a todos los demás. Si estás leyendo esto seguro que eres de los primeros y “Sound City” es para ti.
[Texto]: Iván Díaz