“…mi trabajo se reduce a escuchar el silencio y el ruido y encontrarle un sentido que se pueda articular en notas y palabras. Las temáticas de mis canciones no son más que un vehículo.” (Miguel Vilella)
[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Miguel Vilella
Descrito como «un compositor con la pasión a flor de piel, imposible de etiquetar y con una voz muy particular«, el artista lanzaba recientemente su nuevo trabajo discográfico Després del Món – Farewell, Dear Towermen (Discmedi, 2014), motivo por el cual nos contesta a nuestras preguntas en la entrevista que puede leerse a continuación:
· El año pasado publicaste tu disco Després del Món – Farewell, Dear Towermen (Discmedi, 2014). ¿Cómo se han desarrollado las cosas desde entonces hasta el día de hoy? ¿Estás satisfecho con las críticas recibidas por parte de prensa y público?
El disco y el discurso del disco han evolucionado de forma sorprendente e independiente de mis intenciones iniciales. Yo tenía previsto tratar el disco como si de un libro se tratase. Tenía visualizado el disco como inicio y final en sí mismo. Nada de conciertos y la ruta convencional de promoción musical. ¡Y aquí me tenéis! Haciendo conciertos de rock’n’roll y disfrutando de unas canciones que han luchado duro para ganarse el derecho de ser interpretadas en directo. La satisfacción no forma parte de mis prioridades, pero no voy a negar que el amor que he recibido por parte de caras sin nombre y de nombres sin cara ha legitimado la audacia inherente a la música del disco.
· Destaca que lanzases el citado álbum en dos idiomas, inglés y catalán. ¿Qué te llevó a tomar esta decisión de cantar en dos lenguas y publicar las canciones en dichos lenguajes? ¿Es cuestión de expansión de las canciones o simplemente quisiste darte ese gustazo?
Fue un proceso en parte fruto de la casualidad y en parte de la experimentación. El disco surgió mientras estaba trabajando en mi primera novela, que está escrita en catalán, mi lengua materna. Por otro lado siempre he utilizado el inglés como ‘lingua franca’ en mis canciones. El uso del inglés me permite abstracciones diferentes y de momento aún me seduce como el vehículo que da voz a los personajes que habitan mis canciones. El tema es que se me ocurrió, como ejercicio puramente técnico, relatar la historia de uno de esos personajes en catalán. No de trataba de hacer una traducción sino explicar la imagen y que llegara nítida y sin corsés. El resultado fue que las letras se dualizaron, explicando lo mismo se convirtieron en complementarias. Seguí, pues, con el experimento. Solo fue cuando el disco estaba terminado que me di cuenta que las dos versiones juntas tenían entidad como objeto artístico por el juego narrativo que planteaban.
· Te presentas como un compositor, un artista que interpreta sus canciones con guitarra y voz pero te acompañas de una banda en directo, ¿qué importancia han tenido a la hora de dar forma las canciones incluidas en tu disco? ¿Son los músicos que te respaldan en los conciertos?
El disco está íntegramente generado por mis manos a excepción de la batería que la toca Monxo Grau y un fraseo de trompa que toca Rafa Calatayud. Si te soy sincero, en la fase de pre-producción del disco tuve claro que no me apetecía trabajar con nadie. Quería hacerlo todo yo, y que como más solo estuviese mejor podría escuchar las voces atormentadas de mis personajes. Fue cuando la casualidad hizo que coincidiese en un concierto con los chicos de Göttenberg que vi que quizás valía la pena interpretar las canciones en directo. Hicimos una prueba y constaté que la energía de la banda era intensa y melancólica a la vez. Y sobretodo, obligaba a reinventar la producción del disco. Una vez más, decir lo mismo, con la misma nitidez, de forma distinta. Así pues, el directo no es una reproducción del disco sino algo distinto que lo evoca.
· Tu música ha sonado en nuestro país pero también has actuado en otros países como Norteamérica y Reino Unido. ¿Cómo te enfrentas a la hora de llevar tus creaciones a otros lugares del mundo?
En ningún caso hago distinciones entre escenarios. En este aspecto mi música es explícitamente no-colonial (no reproduce las formas de la metrópolis) y anti provinciana (no tiene complejo alguno por su origen). La realidad íntima de las vidas de un barrio trabajador de Reus es igual a la del barrio de Corona en Queens. Lo que cambia es la expresión de esa misma realidad y ahí nace la posibilidad de un juego estético que me seduce particularmente. Por otro lado, una de las virtudes de la música popular en general, y del rock’n’roll en particular, es la de recordar la universalidad de nuestras vidas. Se rompen muros y el cielo se expande. A eso me dedico.
• El disco ha sido definido como “una odisea de pop preciosista y psicodélico”. Si tuvieses que catalogarlo con algún adjetivo o elegir un género musical, ¿con qué adjetivo sería y en qué género te sentirías más identificado?
Terminé de escuchar el disco en el momento en que lo terminé. Ahí desconecte como autor y en cierto modo como oyente. Tenía claro que el objetivo era el de hacer un buen disco en lo narrativo y intenso rayando lo excesivo. Soy el menos indicado para adjetivar el disco pero sé que, siguiendo con su naturaleza dual, un álbum modestamente ambicioso.
· También se ha dicho que eres valiente porque en tus letras hablas de amor, política y sentimientos. ¿Qué quieres expresar con los distintos temas expuestos tus nuevas composiciones?
No soy cinéfilo, pero el cine me gusta mucho. La literatura forma parte de mi vida al mismo nivel que la música. Lo que quiero decir es que mi ambición previa a la composición de una letra o una pieza musical es más que relativa. En el fondo, mi trabajo se reduce a escuchar el silencio y el ruido y encontrarle un sentido que se pueda articular en notas y palabras. Las temáticas de mis canciones no son más que un vehículo.
· Medios de comunicación tan importantes como Rockdelux han apoyado el lanzamiento del disco, incluso estrenando videoclips (‘Somni Al Port’). ¿Es complicado dar el salto y aparecer en la prensa generalista? ¿Sientes que tus canciones están destinadas a medios musicales especializados?
Me resulta difícil establecer diferencias entre lo uno y lo otro. Mi ambición es que mi música llegue al máximo número de personas y que de un modo u otro les acompañe en algún momento de su realidad. El hecho de contar con el apoyo de prescriptores de prestigio como Rockdelux entre otros da prestigio al disco y lo protege de las inevitables turbulencias de un mundo tan vanidoso como el de la música. Hay un punto de imprevisibilidad en el acto de presentación de la música que lo hace profundamente emocionante. Per ejemplo, de todas las canciones que he hecho hasta la fecha las que jamás me hubiera esperado ver a la gente cantar en un concierto son las del último disco. Y sin embargo está pasando. Es maravilloso y desconcertante a la vez. Salir en un medio generalista da una exposición que solo es útil si en el fondo estás dispuesto a ser ignorado por el mismo medio hasta el último de tus días.
· Utilizas bastante las redes sociales, estando activo en Facebook, Twitter, Tumblr e Instagram. ¿Consideras estas herramientas necesarias para expandir tu música? ¿Cómo te sientes usando este tipo de plataformas? Hemos visto, por ejemplo, que actualizas Instagram pero poco tienen que ver las fotos que subes con tu carrera musical.
Mi interés a nivel personal es relativo. Por una parte me seduce la idea de la tecnología como activador de la necesidad de sentirse parte de un colectivo y por tanto la necesidad de sentirse obligado a participar de la articulación de la realidad. Eso es política de calado. Por otra parte me preocupa mucho el fenómeno de los analfabetos digitales. Quedan fuera de una realidad en formación en nuestro país pero ya consolidada en otros. Y en mi opinión la tecnología solo es éticamente válida si llega a todo el mundo. No utilizar las redes para llegar a más gente seria como entestarse en hacer cine mudo a estas alturas. Aún así tampoco es una finalidad en si misma. Mi música y mi voz artística son más amigas de la enciclopedia que del trending topic. No renuncio a nada excepto a la batalla por la inmediatez. Tengo claro que prefiero un buen obituario que no sé cuantos likes. Lo de Instagram lo abrí bajo coacción por parte de mis colaboradoras de La Trinchera. (risas) Una vez vi que no tenía escapatoria y que el tema de hacer fotos de comida estaba muy demodé opté por hacer una seria que evocase a música importante. No música a ser descubierta (no hay nada peor que un músico haciendo de crítico musical!) sino meros recordatorios del continuum histórico del que participamos.
· Próximamente tienes conciertos en Madrid y Barcelona. ¿Qué esperas de estos directos? ¿Cómo presentarías a la gente que no conoce tu propuesta musical tus canciones para que vayan a verte sobre un escenario?
Estos conciertos ofrecerán al público un show de casi una hora. Serán compactos e intensos. A quien le guste, le gustará mucho, y al que no, se largará máximo a la tercera canción. Habrá ambición de disfrute comunal y sobre todo canciones combinadas de este último disco y el que publiqué bajo el nombre ‘The Mighty Fools’ (You’re So Good To me). Un concierto es por definición una celebración del ‘ahora’. Eso haremos junto a todos los que quieran acompañarme en estos shows. ¡Os espero!
[Junio 2015]
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