«Asumimos nuestra posición de marginales y es ahí donde queremos estar»
Texto: Alfredo Rodríguez
Fotografías: Mister Marshall
El grupo Mister Marshall es un rara avis dentro de la escena musical de nuestro país. Puede que se lo hayan dicho en otras ocasiones, pero es que son poco comunes por muchos motivos. Desde la manera de mostrar su nuevo disco Antipiano Vol. 1 (2021) con un particular “antidisco”, hasta la “antigira” con la que presentarán sus nuevas canciones en directo. Todo lo que les rodea es diferente. No se hacen fotos promocionales, cambian guitarras por piano y aún así están convencidos de que las cosas se pueden hacer de otra manera. Y lo consiguen con una propuesta tan original como particular que conocemos en la siguiente entrevista.
· Hace un mes publicasteis vuestro nuevo trabajo “Antipiano Vol. 1”, un disco que realmente no es un disco como tal porque no hay un formato físico, pero tampoco se puede escuchar en plataformas digitales. Quien quiera escuchar las doce canciones tiene que entrar en una web (www.antipiano.es) desde un teléfono móvil. Contadnos un poco sobre el concepto del disco que no es disco y por qué hacer una web exclusiva para escucharlo desde un móvil y no en los formatos convencionales.
En realidad, este “andisco” está compuesto de siete canciones. En www.antipiano.es puedes encontrarlas, además de otros juegos y a Hitler criticando a Franco. En total doce pequeños espacios con letras, imágenes y manifiestos. La idea es —no sabemos si lograda— presentar un formato físico en digital, intentar trasladar la compra de un disco en una tienda a la pantalla del móvil. Es, además de una contradicción, una declaración de intenciones con la que reivindicamos la interdependencia entre gente creativa alejada de las plataformas que remuneran una miseria al músico y editan 24.000 canciones al día. Todavía hay espacio para hacer cosas distintas, pero el músico es vago por naturaleza. Y nosotros también.
· En ese sentido, ¿estáis en contra de las plataformas de streaming convencionales como Spotify, Deezer, Apple, Tidal y similares?
Esa es una pregunta trampa. Como oyentes, esas plataformas suponen una enciclopedia musical y han permitido el acceso a música maravillosamente desconocida. En cambio, como músicos y “creadores de contenido” sólo implican robo y una dinámica que favorece en exclusiva a los grandes. Son los pequeños y la clase media quienes sostienen la música… y siempre pierden.
· Muchos artistas nacionales citan últimamente la plataforma Bandcamp para mostrar su arte, ¿os parece una alternativa a las otras plataformas citadas previamente?
Es una alternativa y nosotros vendemos nuestros discos artesanales a través de ella. Todo lo que implique dejar de dar de comer al monstruo de las plataformas nos pone contentos. Lo que nos entristece son las malas canciones y escuchar hablar a Miguel Bosé.
· Es vuestro cuarto disco después de “Bienvenido” (2013), el segundo LP editado en 2015 y dividido en tres: “Acto I: Exterior, Noche”, “Acto II: Interior, Día” y “Acto III: Entre Perro y Lobo” y “Tormenta” (2016), ¿qué os ha llevado a crear este nuevo concepto de disco después de vuestras anteriores referencias?
Sorprendernos a nosotros mismos. Si con eso podemos llamar la atención de algún oyente, bienvenido sea. Lo importante es pasarlo bien, perder mucho dinero y sonreír tocando.
· En las nuevas canciones habéis prescindido de las guitarras, una de las señas de identidad del grupo, centrando el sonido en el piano, un cuarteto de cuerdas y una batería. ¿Qué os ha llevado a realizar un cambio tan drástico en el concepto y el sonido?
La curiosidad y una profunda reflexión sobre lo que implica ser músicos. Queríamos hacer algo con un toque viejo y que al mismo tiempo sonara contemporáneo. Ningún instrumento como el piano para lograrlo. Todo está en Bourdieu y las teclas negras.
· Una persona clave es José María Rosillo, con quien volvéis a trabajar en el estudio después de hacerlo previamente, ¿cómo le presentasteis esta vez el proyecto musical y qué aportó a las doce canciones que escuchamos en el disco?
José María Rosillo es amigo y una persona fundamental en el panorama musical de este país. Siempre ha estado ahí con su estudio, su editorial y sus historias sobre gente a la que nunca llama por su nombre. En el caso de “Antipiano Vol.1”, grabamos las cuerdas en Audiomatic, pero las labores de producción recayeron en Toni Brunet, el tapado de Mister Marshall.
· Los temas han sido “anticompuestos” por Javier Vidal, menos uno de ellos (“Fue”) que es obra de Martí Perarnau IV, conocido principalmente por su trabajo en Mucho, Zahara y _Juno, ¿cómo se involucró en la citada composición? ¿Tuvo algo que ver en las demás canciones?
“Fue” es una de nuestras canciones preferidas y queríamos rendirle homenaje, intentar destrozar algo que estaba bien tal como estaba. Le pedimos disculpas y le amenazamos con la posibilidad de volver a versionarle cuando se despiste. Zahara no nos interesa nada.
· También tiene un peso importante Toni Brunet, productor del disco que aporta además arreglos de cuerda, bajo y sintetizadores, ¿cuál fue su papel en las canciones que escuchamos terminadas en el disco?
Toni siempre está ahí. Lleva años aguantando a Javier Vidal y trabajar juntos resulta muy sencillo: ponemos las canciones y Toni las mejora a todos los niveles. Desde nuestro punto de vista es el mejor productor de este país, aunque él quiera ser ciclista.
· La edición promocional de vuestro nuevo trabajo tiene un diseño único cofinanciado por la Fundación SGAE, ¿cómo llegasteis hasta ellos y de qué manera trabajasteis en esta edición tan peculiar?
Queríamos un formato distinto y la Fundación SGAE creyó en el proyecto. Una vez desarrollada la idea contactamos a Lara Martínez y Antonio Lajara y ellos dieron entidad digital al caos. Queremos que ganen un premio de diseño, o al menos que se les valore como se merecen. No es fácil convertir nuestras derivas en algo inteligible. En cuanto a la Fundación SGAE, hay manzanas podridas y también mucha gente que trabaja por y para la música. Desde aquí les damos las gracias.
· Nada es convencional en el grupo actualmente pues no tenéis fotos promocionales como la mayoría de las bandas, cambiando todo el concepto mostrado previamente en los otros álbumes, ¿pensáis que centrar vuestra propuesta en la música de las canciones es más directo y sincero que hacerlo en una imagen promocional?
Casi todas las decisiones relativas a la promoción de nuestros trabajos han sido un fracaso. Comunicar es todo un arte y a nosotros se nos escapa lo más importante: concretar. Es cierto que vamos aprendiendo a manejar ciertas herramientas, incluso tenemos un Tik Tok en el que no bailamos, pero somos conscientes de que en las fotos salimos con mal pelo. Eso es así.
· Igualmente, hace unas semanas anunciasteis en vuestras redes sociales las fechas de vuestra “antigira” pero no aparecen fechas como tal, salas y ciudades, ¿cuáles son los planes que tenéis con el concepto y cómo se presentarán en directo las nuevas canciones?
Eso fue un guiño de cara a un 2022 saturado de grupos y conciertos. Iremos tocando en formato trío en salas pequeñas, haciendo las cosas despacio y con la intención de volver a casa sin perder dinero.
· Cada vez hay más monopolio en la industria musical con festivales copia/pega liderados por los mismos grupos, trabajan las mismas agencias/discográficas y varias marcas patrocinando casi todos los eventos, ¿qué posición tiene un grupo como Mister Marshall en un sector tan estructurado y negociado por unos pocos protagonistas?
Mister Marshall no existe. Es una banda con un legado de cuatro discos y un quinto en camino que apenas llega a la gente. De hecho, no queremos tocar en festivales a las dos de la tarde y con el sol derritiendo las teclas del piano. Asumimos nuestra posición de marginales y es ahí donde queremos estar. A diferencia de los grupos populares, nosotros podemos decir que la gente que nos escucha podría ser amiga nuestra. Y eso, a pesar de lo que pueda parecer, es un éxito. También mantener el entusiasmo intacto desde 2013. Seguimos.
[Diciembre 2021]
Más información
