Cruïlla Barcelona 2013 [crónica]

[Cruïlla Barcelona 2013 @ Parc del Forum. Barcelona. 5/6.07.2013]

Llamadme viejuno o nostálgico pero asistir un año más a la celebración del festival que se celebra en el Parc del Fórum, y van seis ediciones, es un acto de fe y de reencuentro con las musas de la música. Un festival que es capaz de reunir a Cypress Hill e Iggy Pop en el mismo cartel merece un sincero aplauso y un valor que no se veía desde el desaparecido Doctor Music Festival. El cartel de este año merecía especial atención tanto en los cabezas de cartel (Snoop Dogg aka Snoop Lion) como en los nombre de debajo de la tabla (Maïa Vidal). Pero como siempre ocurre en este tipo de eventos, desdoblarse es imposible y nosotros hicimos una selección a medio camino entre lo que nos gusta y lo que pensamos que nos podría gustar. Los dos hashtags de 2013 eran #wearemusic y #cruillabcn pero el lema ‘Sólo hay dos tipos de música: la que te gusta y la que no te gusta’ define a la perfección el cometido de este evento. Con una afluencia de 30 mil asistentes poder disfrutar del mismo emplazamiento donde se celebra el Primavera Sound pero hacerlo con miles de personas menos es un lujo al alcance de todos ya que este año han bajado los precio y los primeros abonos de pudieron comprar por 28 euros para dos días. Un logro gracias al patrocinador principal.

Viernes 5 [primera jornada]

Tras lo dicho vayamos a lo puramente musical. Nosotros decidimos apostar por Cat Power como inicio del festival. Mucha gente decidió lo mismo ya que cuando llegamos a la entrada las colas eran considerables. Chan Marshall se subió a las 19:30 al escenario Deezer e hizo gala de su repertorio de siempre pero adaptado a los nuevos tiempos. Más allí que aquí la cantante que anuló su actuación en el Primavera Sound pasó como una anécdota y no como lo que supone su figura.

Cat Power
Cat Power

Tras ella nos fuimos a ver a Rufus Wainwright que con piano y guitarra nos dejó boquiabiertos a fieles y detractores. Menuda voz, qué carisma, olé sus canciones y cómo no ‘Hallelujah’ de su vecino y amigo Leonard Cohen. El escenario Estrella Damm, el principal para el Cruïlla, brilló por primera vez y todavía no había oscurecido. La siguiente parada era una decisión difícil ya que tocaba elegir entre James Morrison y Billy Bragg y nos decantamos por el soul-pop de este inglés que nos gustó y mucho. Los comentarios al día siguiente fueron de total aprobación por el señor Bragg, un clásicos siempre a reivindicar pero que esta vez no tuvo nuestro beneplácito.

Suede
Suede

Y llegó el momento que muchos de los allí reunidos esperaban. Suede salió con largos minutos de retraso al escenario principal y dio un recital para olvidar. Nos hacía peculiar ilusión verlos otra vez y poder disfrutar de sus himnos de siempre y las canciones de su reciente Bloodsports (Warner Music, 2013) pero ni la voz de Brett ni la falta absoluta de conexión entre los miembros ni los continuos problemas de sonido, dejaron brillar a un combo que esperemos que en su gira de noviembre nos vuelva a ilusionar como a finales de los años noventa. Standstill cerró nuestra particular primera jornada con su ‘Cénit’ recién sacado del horno en el escenario Time Out.

Sábado 6 [segunda jornada]

A priori, la jornada más floja de las dos se convirtió en algo inesperado y sorprendente y vivimos los mejores momentos de todo el festival. La vida te da sorpresas. Fuimos pronto para poder ver a Els Catarres, gloria nacional en Catalunya. Nos divertimos y nos achicharramos con el calor en el Estrella Damm. No faltó su hit ‘Jenifer’ dedicado a Jordi Pujol y a los tópicos catalanes. Tras ellos, la revelación del festival, y una artista menuda que hacía tiempo que seguíamos. Selah Sue, esta belga del 89, nos dejó a todos con ganas de más e hizo un tour de force digno de admirar. Versión de Lauryn Hill aquí, temazo de su debut allá, temas de su reciente Rarities (Because Music, 2013) que cayeron como agua de mayo en un marco incomparable con el mar de fondo. Voz, músicos, actitud y musicalidad de cuerpo entero. Grande. Habrá que seguirle la pista y que vuelva pronto. Tras ella y cuando todo el mundo se fue a Goran Bregovic nosotros apostamos por el pote pequeño de confitura y nos dividimos entre Maïa Vidal y Joan Dausà. La primera y su aura hippie rebelde nos dejó ese regusto de haber vivido algo único y el señor Dausà en el Lounge, escenario-chill out del festival, nos sorprendió con sus continuos monólogos y la interacción creada con el público. Una curiosidad, su técnico de sonido controló todo el concierto a nuestro lado con un iPad.

Morcheeba
Morcheeba

Y el sol se fue y fuimos a deleitarnos con la melosa voz de Skye Edwards que ha devuelto la vida a Morcheeba tras esos años oscuros con Daisy Martey como vocalista o incluso Jody Sternberg. La formación original de ‘Big Calm’ dio un repaso a su trayectoria y todo sonó de lujo, desde la voz de la señorita Edwards que desprendía sensualidad a cada gesto y en cada nota, hasta el elenco de músicos encabezados por los hermanos Godfrey. Una de las actuaciones del festival. Unos clásicos revisitados y recuperados con mucha dignidad y sin perder su batalla con el tiempo.

Snoop Dogg
Snoop Dogg

Y, ahora sí, llegó el momento de ver a Snoop Dogg que tras su ‘Reincarnated’ no sabíamos si saldría a justificar su nueva identidad como rastafari Snoop Lion o haría un set de gangsta rap. Al contrario que todos nuestros augurios, centró su set en todos los éxitos que le han hecho traspasar fronteras estilísticas y que le han acercado al público mayoritario. Desde su ‘Sweat’ con David Guetta hasta, mi preferida, ‘Signs’ que firmó con Justin Timberlake y Charlie Wilson. Su retahíla de versiones y colaboraciones llenaron un set que tuvo a un perro con inmenso joint de marihuana adherido al escenario, tres gogós que recordaban su pasado como chulo (la edición americana de Rolling Stone le bautizó como America’s Most Lovable Pimp) y que confirmó con su versión de 50 Cent ‘P.I.M.P’ y una camiseta del Barça de la que no se separó en ningún momento. Incluso se atrevió a homenajear a su amigo 2Pac con ‘California Love’ en los inicios de su actuación. Al final, su nueva faceta floreció y con el ‘Jammin’ de Bob Marley el público enloqueció y Broadus demostró porque sigue vivo y coleando. Porros, flow y hits a mansalva. Y aquí acabó nuestro festival aunque muchos han confirmado que Trombone Shorty fue el delirio musical perfecto y la mejor actuación de las dos jornadas. Hasta el año que viene.

[Texto]: Pau Díaz Peñalver [El Nerdo]
[Fotografías]: Pere Masramon