[Vetusta Morla @ Poble Espanyol. Madrid. 29.06.2012]
[Promotor: The Project]
En ocasiones un concierto se transforma en algo más grande que un grupo de personas tocando y ofreciendo versiones en directo de sus temas de estudio. La pasada noche del viernes 29 en el Poble Espanyol de Barcelona, Vetusta Morla nos regaló una experiencia que fue más allá de lo musical. El grupo de Oviedo, Eladio y los Seres Queridos, dieron inicio a la noche, con un público ligeramente disperso, tarea difícil siempre la de los teloneros, no es poca cosa ser la antesala de Vetusta Morla, aún así se defendieron con soltura, con un pop rock de acordes melancólicos, con cierta reminiscencia ochentera, un sintetizador que a lo largo de algunos temas intentó jugar con esta idea, con buen resultado. Sin embargo, y es lo que siempre ocurre en estas ocasiones, la atención estaba más puesta en el después que en el ahora, y fue caer la noche de verdad, en esa plaza del recinto del Poble Espanyol, con aires de fiesta mayor, como, en algún momento del concierto dijo Pucho, que entraron en escena con el primer tema del disco, ‘Los Días Raros’, con una precisión que casi hacía echar de menos ligeras variaciones que nos permitieran disfrutar mucho más de la riqueza compositiva de los temas del último disco.
Quizás el sonido no acompañó del todo al principio, y la voz de Pucho se perdía un poco, pero aún así fue una entrada elegante y efectiva, con un manejo magistral de los silencios. Le siguió ‘Boca En La Tierra’, de nuevo con la misma precisión, y sonando casi de forma exacta a la versión de estudio. Con la elección del tercer tema, ‘Cenas Ajenas’, y esos agudos de Pucho, el tono del concierto se fue elevando en intensidad; todavía no se habían dirigido al público, y con un guiño que siempre funciona, al finalizar el tema dijo algunas palabras en catalán, con esa solemnidad que parece tan propia de Vetusta, pero que funcionó como primera toma de contacto, y fue entonces cuando dieron paso al que ya se ha convertido en un clásico: ‘Copenaghe’, el primer tema de la noche de su disco Un Día En El Mundo (Pequeño Salto Mortal, 2008), y la reacción apasionada del público reflejó lo que se ha dicho de este disco, quizás uno de los mejores de la historia del pop-rock nacional.
Siguieron con ‘Escudo Humano’ y ‘Baldosas Amarillas’, donde Eladio Santos volvió al escenario y acompañó en la voz, y David ‘El Indio’ y su batería demostraron dónde radica la solidez musical de este grupo, una gran demostración de potencia, que se suavizo con el exquisito ‘Maldita Dulzura’, volviendo al juego rítmico de ‘En El Río’. A estas alturas el concierto iba cargado del entusiasmo del público que estalló con ‘Un Día En El Mundo’, y a mi lado el fotógrafo comentó: “para mí son los Radiohead patrios”, y quizás tenga razón. ‘Canción De Vuelta’ sonó precisa y con su dulzura musical y letra emotiva, dio un respiro que dio lugar al el fervor entusiasta del público con ‘Saharabbey Road’, que cómo no, coreó hasta la saciedad. Y llegó ‘Autocrítica’, y siguieron demostrando esa maestría como músicos, y esos coros finales tan efectistas. Y tras la fuerza bajó el tono con ‘Rey Sol’, a esas altura la atmósfera estaba creada, con la casi bailable ‘Mapas’, nos regalaron un brillante momento de guitarra, con la primera variación más evidente del concierto sobre el tema original de estudio, y con el público ya encendido llegó el parlamento esperado de Pucho, haciéndose eco de estos tiempos turbulentos que corren: hablando de crisis, con ‘Inventarios De Pánico’, son de agradecer esas palabras para aclarar el significado del tema, quizás Vetusta Morla se excede en sus metáforas, y aunque eso propicia que todos podamos encontrar un significado particular a las letras, el saber qué quieren decir ellos ayuda a darle más consistencia al asunto.
Y con este tema llegó el primer final del concierto, y tras él los bises, con el delicado ‘Iglús Sin Primavera’, del EP Mira autoeditado por ellos en 2005; siguió ‘Mi Suerte’, y como colofón del concierto, el electrizante ‘Lo Que Te Hace Grande’. Acabaron con el tremendísimo la ‘Cuadratura Del Círculo’ y su potente guitarra, con el que supieron cerrar el concierto con una energía desbordada. En definitiva, una maestría musical inigualable y un buen dominio del directo: las caras eran de absoluta felicidad y con razón, una experiencia así no se tiene todos los días. Hacia el final del bolo Pucho dijo que sentían gratitud frente a la vida, pero quizás la gratitud debería ser del público, momentos así le cargan las pilas a uno para toda la semana. Tremendo concierto, sí señor, que vuelvan pronto.
[Texto]: Sandra Estragues
[Fotografías]: Ernesto Carballido