[Vetusta Morla + Eladio y los Seres Queridos @ Patio de la Feria. Valladolid. 16.06.2012]
[Promotor: Valladolid Vive La Música]
Tras tres años y medio de ausencia, el destino quiso que el ascenso del equipo de fútbol de Valladolid coincidiera con el regreso del grupo de Tres Cantos a la ciudad del Pisuerga. Gracias a un cambio de horarios y a la presencia de Eladio y Los Seres Queridos –mientras actuaban, el público iba llegando del estadio-, los incondicionales pudieron disfrutar finalmente de ambos acontecimientos. Los teloneros demostraron que desde Galicia se siguen pergeñando algunas de las canciones más preciosistas del pop español (‘Miss Europa’, ‘Con el Corazón enla Mano’ y ‘Están Ustedes Unidos’), pero su actuación, sobria e intimista, requiere una pegada más fuerte para capitalizar la atención de un público ajeno al que ya muestra interés por sus discos.
Todo lo contrario que los protagonistas del día. Si algún crítico musical, emulando a Benito Pérez Galdós, redactara en un futuro próximo unos “Episodios Nacionales” de lo acontecido en la España Musicala partir del siglo XXI, sin duda Vetusta Morla protagonizarían un capítulo relevante dedicado al karaoke colectivo. Ese momento en el que, cual espejo, los rostros y gargantas de sus seguidores reflejan el éxtasis, amenaza con perpetuarse durante bastante tiempo. Porque casi todos ellos han memorizado el sacro discurso expuesto en unas letras cargadas de enigmáticas metáforas. Por otro lado, además de desmoralizar al fan que acude deseoso de escuchar con nitidez la prosa entonada por Pucho, esta actitud del respetable también desvirtúa la cualidad introspectiva que encierra gran parte de la música del sexteto y la reviste de un continuo carácter festivo. Pero bueno, esto es un concierto.
El comienzo del guión era de sobra conocido: los acordes oníricos e hipnóticos de ‘Los Días Raros’ darían paso a los primeros momentos de intensidad global junto a ‘Boca en La Tierra’, los dos temas que abren las veladas desde que comenzó la gira de presentación de Mapas (Pequeño Salto Mortal, 2011). A partir de ahí se sucederían temas de este disco y de la obra que les abrió el camino a la popularidad en 2008 (Un Día en el Mundo, lanzado con su propio sello ya mencionado), alternando con maestría momentos de tensión y reposo. La gente enloqueció durante varios capítulos del recital (‘Copenhague’, ‘Un Dia en el Mundo’, ‘Maldita Dulzura’, ‘El Hombre del Saco’ y, por supuesto, una eterna ‘Saharabbey Road’ con su ya clásico juego de coros interminable, posteriormente reproducidos por el público en las pausas de descanso entre las canciones). Un trémulo y acústico comienzo de bises (‘Iglús’ y ‘Mi Suerte’) daría paso a las esperadas ‘Lo Que Te Hace Grande’, ‘Sálvese Quien Pueda’ y el apoteósico final con el bidón “percusionista” aderezando una salvaje ‘La cuadratura del Círculo’. Un concierto sobresaliente con escaso margen a la improvisación e impecable en su ejecución, colocando el listón altísimo. Entonces, ¿puede ser la perfección plácida y monótona a la vez? Quizá sólo ese afán de superación que ya han demostrado puede evitar cualquier atisbo de autocomplacencia.
[Texto]: Álvaro Martín Revuelta
[Fotografías]: Francisco Javier Perucha