[Toundra @ Joy Eslava. Madrid. 23.02.2013]
[Promotor: Aloud Music Ltd.]
Que un grupo de rock instrumental de nuestro país llene una sala como Joy Eslava para presentar su tercer disco tiene mucho mérito y, aunque suene a tópico, Toundra se lo han ganado a base de trabajo. También por seguir siendo fieles a una filosofía que los ha llevado a rechazar patrocinios de marcas de ropa y a continuar su camino cogidos de la mano de Aloud Music, discográfica con la que parecen compartir al 100% la manera de ver el negocio musical actual, si es que éste existe. Tal vez por todo ello el triunfo de Toundra parece más un éxito colectivo. El éxito de una manera de hacer las cosas que comparten tantos otros grupos en nuestro país y que quedó perfectamente escenificado el sábado, con amigos y miembros de otras bandas en un lateral del escenario, pendientes de que todo fuera bien y preparados para echar una mano en cualquier momento. Pero aun así nada de esto podría funcionar si no lo hicieran lo realmente importante aquí, que no son otra cosa que las canciones. Hacía años que no veía a Toundra en directo (gran fallo el mío) y, aunque no sorprende, es digno de mención el salto cualitativo que han dado. Curtidos ya en todo tipo de escenarios, el sábado no tuvieron problemas para llenar el de Joy Eslava con un sonido contundente, aplastante y a tope de decibelios. Acompañados de un juego de luces sobrio y muy ambiental y la incorporación en algunos temas de teclados, trompetas y sección de cuerdas repasaron al completo III, su última entrega discográfica, alternándola con canciones como ‘Bajamar’, ‘Zanzibar’ o ‘Magreb’, pertenecientes a sus dos primeros trabajos. Un repertorio que hacía especial hincapié en la parte más cañera del grupo y que convirtió parte de la sutileza que vive en sus discos en potencia pura y dura para el directo. Las cuatro partes que forman el grupo abusaron de una pegada abrasadora y dejaron momentos para el recuerdo, como la preciosa ‘Requiem’, con Macon de Adrift a la acústica y Escri de The Hardtops (que hicieron las veces de teloneros) encargándose del épico punteo del final del tema. También recordada será la versión del ‘I Believe In Miracles’ de los Ramones con el propio Escri a la voz, el final de ‘Espirita’, con unos coros que ponían paz tras la tormenta, o la enorme ovación que sonó en la sala cuando comenzaron los compases de ‘Bizancio’, canción que puso fin a una noche para no olvidar.
[Texto]: Iván Díaz
[Fotografía]: OC+R