[Rock In Río-Madrid @ Arganda del Rey (Madrid). 07.07.2012]
[Promotor: Live Nation/Rock In Río-Madrid]
La cuarta y última jornada del macro-festival madrileño «Rock» In Río echó el cierre a su tercera edición con las actuaciones destacadas de Red Hot Chili Peppers e Incubus. Unas 55.000 personas se sumaron a los 180.000 asistentes globales en las cuatro jornadas que han contado con las actuaciones de músicos nacionales e internacionales y donde los DJ’s se han convertido en protagonistas en los 200.000 metros cuadrados de instalaciones de la ‘Ciudad del Rock’ de Arganda del Rey donde la música se mezcló con actividades de ocio y stands publicitarios.
Tras acceder al extenso recinto nos topamos con la actuación de la formación afincada en New York (USA) Gogol Bordello, quienes liderados por su carismático vocalista Eugene Hütz pusieron patas arriba a los presentes. Las raíces balcánicas de su música fueron la tónica de un concierto que veía como centenares de personas comenzaron a situarse frente al imponente ‘Escenario Mundo’ cogiendo posiciones para las venideras actuaciones. Echando mano de diversas composiciones de sus cinco grabaciones largas sonaron, entre otras, ‘Sally’, ‘Tribal Connection’, ‘Immigraniada (We Comin’ Rougher)’ y ‘Pala Tute’, haciendo gala de su fiesta gitana con toques punk que tanto gusta por estos lares desde hace unas temporadas.
Continuaron los californianos Incubus, quienes regresaron a la capital siete años después de su último concierto en el difunto Festimad Sur, presentando ahora su séptimo álbum de estudio If Not Now, When? (Epic Records/Immortal Records, 2011). Como era previsible, el quinteto mezcló diversas composiciones en su repertorio (‘Megalomaniac’, ‘Pardon Me’, ‘Are You In?’, ‘Drive’, ‘Ana Molly’, ‘Love Hurts’, ‘Nice To Know You’), ejecutando un set a la medida de un festival pero alejándose de los gustos personales de sus seguidores más longevos que hubiesen preferido algunos cortes de sus primeras obras. Tras unos inicios donde el sonido no terminó de cuajar, pasadas unas canciones los técnicos trabajaron duro para sacar lo mejor de los de Calabasas, dándose entonces los mejores minutos de la jornada musical. Dieron buena muestra de su madurez musical con un curtido Brandon Boyd, sobresaliendo su directo ante un respetable que llenaba el espacio donde se llevó a cabo el concierto.
Tras ellos el turno fue para los protagonistas máximos de la jornada, sus compatriotas Red Hot Chili Peppers. Si el pasado mes de diciembre presentaron su último trabajo largo, el descafeinado I’m With You (Warner Bros., 2011), en pabellones de Barcelona y Madrid con dos llenazos, el cuarteto regresó a la capital para hacer lo propio, esta vez en un entorno festivalero. Desde la reciente ‘Monarchy Of Roses’ incluida en su citado nuevo disco con la que abrieron su concierto hasta la mítica ‘Give It Away’ de su no menos mítico Blood Sugar Sex Magik (Warner Bros., 1991) con la que lo finiquitaron, los angelinos pusieron la directa y ofrecieron un concierto repleto de hits que contentó a la mayoría de los presentes. Capitaneados por un Anthony Kiedis que hizo de las suyas con su micrófono, saltando y bailando de principio a fin, el grupo estuvo tirado del carro en todo momento por un Flea (bajo) que interactuó a base de bien con el respetable, un Chad Smith (batería) que lució la elástica de los recientes campeones europeos de fútbol en el tramo final del concierto y un Josh Klinghoffer (guitarra) que no pudo suplir la baja del gran John Frusciante pero que aportó más de lo que esperábamos. Transcurridas unas canciones fue con ‘Can’t Stop’ cuando los fans se adentraron en la particular fiesta punk funk de ‘los Red Hot’ que siguió con ‘Californication’, ‘Look Around’, ‘Parallel Universe’, ‘Right On Time’, la celebrada ‘Under The Bridge’ y ‘By The Way’, momento que aprovecharon para retirarse hacia su camerino. Cuando muchos pensaban que aquello era el final regresaron para versionar el ‘Higher Ground’ de Stevie Wonder y dar el do de pecho en un final marca de la casa. Con un guión prácticamente estudiado al dedillo prosiguieron con un show notable que llegó a su fin, entonces sí, con los fuegos artificiales lanzados por parte de la organización justo antes de la electrónica de Deadmau5. Perdiendo unos cuantos de miles de espectadores respecto a su anterior edición y con el ojo puesto en sus próximas citas en Río de Janeiro (Brasil) y Buenos Aires (Argentina), esperamos que se programe por cuarta vez el Rock In Río-Madrid, eso sí, con más rock para hacer gala a su nombre.
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[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Gogol Bordello (Rock In Río-Madrid), Incubus y Red Hot Chili Peppers (Alfredo Rodríguez)