[Peter Pan Speedrock + The Bad Bloods @ Ritmo y Compás. Madrid. 29.01.2012]
[Promotor: HFMN]
El casi fantasmagórico ambiente de los alrededores de Ritmo y Compás durante la noche del pasado domingo no preludiaba el vendaval de caña burra que nos esperaba al aproximado centenar de personas que asistimos al concierto de Peter Pan Speedrock. Teloneados por la banda local The Bad Bloods, los madrileños se despacharon en un abrir y cerrar de ojos casi una veintena de temas de puro hardcore old ochool con ramalazos oi!, y algún que otro momento algo más melódico. Temas que en muchos casos no superaban el escaso minuto de duración, la típica actitud punk de barrio, y una colección de trallazos más que apta para los fans del género, fue lo que a través del repaso de sus dos álbumes nos ofrecieron The Bad Bloods. ‘The Release’, ‘Pull The Trigger’, ‘Hangin´Around’, o ‘No Autorithy’, transmitieron toda la furia y la actitud de esta ya no tan nueva banda en la escena de la capital. A su conclusión el único pero del concierto.
La lona abajo y casi tres cuartos de hora de espera para el cambio de set de una banda a otra. Consiguieron que se enfriase un poco el ambiente, pero se ve que los holandeses confiaban plenamente en sus posibilidades, pues fue arrancar la brutal ‘Crank Up The Everything!’, de su último Lp We Want Blood (Suburban Records 2010), y la extraña mezcolanza de rockabillys, hardcoretas, y simples amantes del buen rock&roll más pesado, empezaron a menearse cual poseídos por el demonio. Unos cuantos pildorazos de hard acelerado, bromas sobre el estado casi comatoso de algún miembro de la crew del grupo, algún clásico como ‘Alfa Female’, y sobre todo el estupendo contrapunto rockabilly que supuso ‘Transsylvanian Express’, terminaron por caldear una Ritmo y Compás que ya no descansaría durante la hora y cuarto de concierto en la que nos destrozaron nuestros sufridos oídos. No faltaron de aquí al final ‘Resurrection’, con su toque a lo rock escandinavo en la onda de unos Danko Jones, y su estribillo totalmente Motorhead; su último single ‘We Want Blood’, con ese estado anfetamínico que tan bien sienta en directo; el himno ‘Go Satan Go’, que fue coreado hasta el desgañite; y ya en los bises el jolgorio final con los coros taberneros de ‘Donkey Punch’. Rock infernal, pura velocidad, actitud macarra, buen rollo, y como resultado un nuevo disparo en la diana de estos holandeses que cuentan por victorias sus ya numerosas giras por la península.