Machine Head + Bring Me The Horizon + DevilDriver + … @ La Riviera. Madrid. 16.11.2011

[Machine Head + Bring Me The Horizaon + DevilDriver + Darkest Hour @ La Riviera. Madrid. 16.11.2011]
[Promotor: Last Tour International]

Mientras muchos artistas y giras pasan olímpicamente de nuestro país hay grupos, como Machine Head, que vienen a presentar cada nuevo disco que publican. Además, para hacerlo suelen venir bien acompañados y si en su última gira compartieron escenario con Slipknot, esta vez se han montado su pequeño festival metalero con Bring Me The Horizon, Devildriver y Darkest Hour. Un plantel que, bajo el nombre de “The Eighth Plague Tour”, nos garantizaba de antemano una buena sesión de metal, hardcore, guitarrazos contundentes y punteos afilados.

Los encargados de dar el pistoletazo de salida fueron Darkest Hour, grupo que de novato tiene poco pero al que le tocó lidiar con una Riviera medio vacía, cosa lógica un miércoles a las seis y media de la tarde, y que demostraron tablas con un sonido mejor del que se esperaba. Agradecidos recibieron su descarga los fans del grupo que se arremolinaban en las primeras filas y que no daban la apariencia de estar allí solamente esperando a los cabezas de cartel de la noche, como desgraciadamente ocurre en muchas ocasiones.

Tras una media hora que nos dejó buen sabor de boca llegaba el turno de Devildriver, la banda del ya mítico Dez Fafara. Nunca fui muy fan del giro estilístico que dio con su paso de Coal Chamber a su nuevo grupo y conciertos como este tampoco contribuyen a cambiar mi opinión sobre ellos. Su metal subido de revoluciones sonó algo embarrullado y solo algún tema, como el efectivo single ‘I Could Care A Less’, salvaría de la quema.

Oliver Sykes (BMTH) estuvo más moderado que en sus recientes trifulcas en directo

Para terminar de calentar el ambiente y con la sala terminando de llenarse saltaban al escenario los siguientes en la lista, Bring Me The Horizon. Estos cinco jovencísimos ingleses levantan odios y pasiones por igual con sus peinados, cuerpos hipertatuados y supuesta pose pero si nos centramos en su música hay que reconocerlos un sonido aplastante, especialmente en los temas más contundentes de su último disco, There Is A Hell Believe Me… (Visible Noise, 2010). El cantante, Oli Sykes, no paró de moverse y de incitar al público a hacer el salvaje con los típicos circle pits y wall of death, tan recurrentes como ridículos en conciertos de esta guisa, mientras mostraba un timbre de voz realmente atronador. Pero en general, aunque creo que demostraron con creces por qué estaban por encima de las dos bandas anteriores en el cartel, no parece que su propuesta terminara de pegar demasiado con la de Machine Head, principal reclamo de la noche, y las bases programadas que sonaban entre sus canciones parecieron descolocar un poco al personal.

Machine (Fucking!) Head utilizaron indiscriminadamente la máquina del humo

Y para poner punto y final, y siguiendo con la escrupulosa puntualidad de todo el concierto, a las nueve y media sonaba la barroca intro que abre Unto The Locust (Roadrunner, 2011), último disco de Machine Head. Una introducción, la de ‘I’m An Hell (Sonata In C#)’, densa, potente y gutural que hacía preveer lo que nos íbamos a encontrar durante las casi dos horas que duró el concierto de los californianos. Seguramente muchos cambiarían algunos de sus nuevos temas por clásicos que echamos de menos como ‘Take My Scars’ o ‘Struck A Nerve’, pero con una trayectoria como la suya siempre resulta difícil hace un set list que contente a todos. Además, hay que ser cafre para no reconocer que temas como ‘Be Still And Know’, ‘Locust’ o ‘This Is The End’ suenan de miedo y la batalla de punteos entre Rob Flynn y Phil Demmel, auténticos protagonistas de la noche, alcanza con estos nuevos temas cotas impresionantes en directo. Tampoco faltaron clásicos como ‘Ten Ton Hammer’, ‘Old’, ‘The Blood, The Sweet, The Tears’ o ‘Bulldozer’ y para los bises se dejaron ‘Halo’, seguramente uno de los mejores temas de su carrera, y, como no, ‘Davidian’, que puso en movimiento a todaLa Riviera como hacía tiempo que no había visto. En cuanto a su sonido, tal vez sonaron algo difusos en sus partes más melódicas pero en general ganaron la partida a una sala en la que nunca sabes que te vas a encontrar, y esto, unido al carisma de Flynn y a una discografía ejemplar como la que llevan cultivando tantos años, hace que me atreva definitivamente a encumbrarlos entre los grandes del metal mundial, equiparados con nombres como Metallica o Slayer. Con conciertos como este, ¿por qué no?

[Texto]: Iván Díaz
[Fotografías]: David Durán