[Danko Jones @ Arena. Madrid. 15.05.2013]
[Promotor: Mercury Wheels]
Más de tres lustros en activo y seis trabajos discográficos publicados avalan la carrera musical del canadiense Danko Jones. Sus anteriores visitas fueron en noviembre (2010) y diciembre (2011), si bien, en esta ocasión la presentación de su nuevo disco Rock And Roll Is Black And Blue (Bad Taste Records, 2012) se realizó en plena primavera aunque el clima no lo fuese tanto. Puede parecer que el cantante y guitarra haga lo mismo de siempre, sí, aunque en esta ocasión el aliciente fue ver a la espalda del vocalista al omnipresente Adam Willard ‘Atom’, curtido batería conocido por haber tocado en grupos como Rocket From The Crypt, The Offspring, Angels & Airwaves y Social Distortion, entre otros. El californiano estuvo sublime con sus baquetas de principio a fin, adornando todos y cada uno de los golpes de batería en el momento preciso con la pegada justa, si bien, aunque ese es su papel, dio buena cuenta de su dilatada calidad. Por su parte el frontman lideró a la perfección un trío completado por el siempre preciso John Calabrese, quien también conoce su posición en la banda y dominó su instrumento delicadamente. El set-list repasó la discografía de los de Ontario, desde su inicial Born A Lion (Bad Taste Records, 2002) con ‘Play The Blues’ al inicio y el rompe-pistas ‘Lovercall’ hacia la mitad del show, pasando por su segundo largo We Sweat Blood (Bad Taste Records, 2003) con la pegadiza ‘Dance’, su tercera referencia Sleep Is The Enemy (Bad Taste Records, 2006) rescatando otro de sus hits ‘Baby Hates Me’, la increíble ‘First Date’ y la necesaria ‘Invisible’ más acelerada de lo habitual, el criticado Never Too Loud (Bad Taste Records, 2008) con su clásico ‘Code Of The Road’, su quinto trabajo Below The Belt (Bad Taste Records, 2010) con la inicial ‘Had Enough’ y ‘Full Of Regret’ y su nuevo y citado sexto larga duración Rock And Roll Is Black And Blue (Bad Taste Records, 2012) del que más interpretó (‘Just A Beautiful Day’, ‘I Believed In God’, ‘Legs’), aunque tampoco hizo demasiado hincapié en el mismo. Como siempre, su especialidad fue la comunión constante con el público, ese que le llevó en volandas desde los primeros compases cuando le regalaron una botella de horchata, bebida por la que nuestro protagonista pierde el norte como nos hizo saber hace años. Aceptado el obsequio en forma de líquido se puso las pilas, como no podía ser de otro modo, sudando su habitual camisa negra remangada y deleitándonos con gestos, guiños y bromas como bien sabe hacer. Un logrado triunfo tras su criticada anterior gira donde no estuvo a la altura de lo esperado. Incluso tuvo el detalle de finiquitar su show con su gran himno ‘Mountain’ recordando a los siempre presentes músicos fallecidos, dejando el último lugar para el recientemente desaparecido Jeff Hanneman de Slayer.
Más fotografías aquí.
[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Daniel Garrido [Photo2Riff]