Grian Chatten, vocalista de Fontaines D.C., en un instante de la actuación.

Fontaines D.C. @ WiZink Center. Madrid. 02.11.2024

Fontaines D.C. crece vertiginosamente con cada gira que realiza.

· Los irlandeses ofrecieron un concierto inolvidable en el WiZink Center.

Hace dos primaveras los irlandeses Fontaines D.C. recibieron multitud de elogios con la publicación de su tercer álbum Skinty Fia (Partisan Records, 2022), trabajo que presentaron en la sala madrileña La Riviera ante un buen puñado de público foráneo. En esta ocasión, el quinteto formado por Grian Chatten (voz), Carlos O’Connell (guitarra), Conor Curley (guitarra), Conor Deegan (bajo) y Tom Coll (batería), completado en directo por Chilli Jesson (teclados y coros), dio un paso de gigante en su particular carrera musical actuando en un recinto mucho mayor en la capital, el mastodóntico WiZink Center. En su show congregaron unas 8.000 personas que celebraron la presentación de su cuarto LP Romance (XL Recordings, 2024), largo formado por once canciones que ha recibido unas sobresalientes críticas por parte de la prensa musical especializada.

Pero antes de todo lo acontecido, los protagonistas fueron Wunderhorse, aguerrido cuarteto que dejó todo a punto para que los Fontaines rematasen la velada. En su corto pero intenso concierto, el cuarteto de Newquay rozó la perfección sobre las tablas, tanto que seguro ganaron un buen puñado de nuevos seguidores tras su concierto. Con su segundo disco Midas (Communion Group Ltd., 2024) publicado el pasado mes de agosto, rescataron también algunas composiciones de su debut, mezclando a la perfección grunge (en algunos momentos recordaron demasiado a Nirvana, la verdad) con rock alternativo, preparando el terreno para futuros conciertos en nuestro país. Más que un teloneo, se lo tomaron como un show propio visto la intensidad de su directo.

Wunderhorse, intensidad en estado puro.

Metidos en faena, Grian y sus compañeros salieron a escena tras un telón mientras interpretaban ‘Romance’, el corte que abre su citado nuevo LP que, con un sonido muy característico, hace pensar en Depeche Mode cada vez que suena. Ese aire misterioso y tétrico fue perfecto para arrancar un directo que continuó con el tema ‘Jackie Down the Line’ después de caer la tela hacia el suelo, recibir la primera ovación de la noche y poner a los presentes a cantar, chillar y saltar como si no hubiese un mañana. El WiZink no se tambaleó porque tiene buenos cimientos, pero la intensidad y la potencia hizo vibrar a los presentes. El setlist alternó canciones de sus cuatro discos publicados, el sonido fue perfecto y la puesta en escena austera pero efectiva, con un corazón hinchable en el fondo de la tarima emulando la imagen que ilustra la portada de su cuarta referencia.

Todo salió bien, las canciones sonaban sin descanso, con ‘Televised Mind’ y ‘A Lucid Dream’ brillando en un inicio penetrante en el que no articularon palabra más allá de las letras de sus temas. Los dublineses estaban motivados, se notaba la frescura en sus cuerpos después de comenzar la noche anterior su gira europea en Lisboa, llegando a Madrid con la seguridad de haber publicado su mejor disco y la responsabilidad de dar el salto de salas a pabellones y ocupar posiciones altas en carteles de los festivales. Con el cambio en sus vestimentas y sus pelos muy presente en la nueva gira, las canciones siguen marcando la pauta de un show medido, con precisión y seguridad de estar caminando rápido, pero firmes y seguros. El aura de grandeza se respiraba en el pabellón, como si estuviesen cogiendo el testigo de unos Blur en standby o unos Oasis que vuelven para sacar pasta, pero logrando muchas cosas con sus propios méritos, desde las citadas canciones hasta premios varios como el NME Award a la mejor banda internacional hace dos años y el Brit, también a mejor grupo internacional, el año pasado.

Fontaines D.C. en directo en el WiZink Center de Madrid

Con Chatten ejerciendo como maestro de ceremonias, mostrándose seguro y crecido sobre las tablas de principio a fin en cada una de sus interpretaciones, también tuvo su momento protagonista Carlos O’Connell entonando los primeros versos del tema ‘Tesoros’ de Antonio Vega, quizás para conmemorar sus raíces españolas ante su público local. Después llegarían los pogos, los abrazos, las grabaciones desde los móviles de la gente para fardar en sus redes sociales, pero sobre todo el aura de ser una noche para el recuerdo, para los que estaban en lo alto del escenario y frente a la tarima. Estaba saliendo todo a pedir de boca, pero quedaba un bis a la altura de las circunstancias con la balada ‘In The Modern World’, la intensa ‘I Love You’ y su potente single ‘Starbuster’ con el que se despidieron entre aplausos y vítores con la sensación de salir triunfantes en su gran noche madrileña. La próxima vez seguro que completan el aforo del recinto, pero en esta ocasión hicieron bien los deberes y ejecutaron un concierto magistral.

Texto y fotografías: Alfredo Rodríguez