[Bilbao BBK Live @ Kobetamendi. Bilbao. 11/12/13.07.2013]
Primera jornada [jueves]
Casi 35.000 personas, según datos oficiales ofrecidos por la organización del festival, fueron testigos de la primera de las tres jornadas de actuaciones musicales en directo en lo alto del monte Kobeta. El calor hizo acto de presencia, provocando que los asistentes sufriesen de lo lindo para combatir las altas temperaturas que se dieron en la ciudad durante todo el día. Superados los problemas para acceder, debido a las importantes colas a la hora de ponerse las pulseras, la gente comenzaba a entrar poco a poco en el recinto para disfrutar de los primeros conciertos de la tarde.

Fue el caso de Arcane Roots, quienes abrieron las actuaciones del Escenario Live! con su enérgico rock alternativo con tintes progresivos y math. El trío aprovechó su presencia sobre las tablas dando buena muestra de sus habilidades técnicas como hicieron hace meses cuando nos visitaron acompañados de Awolnation e Itch. En esta ocasión los protagonistas fueron ellos presentando su disco Blood & Chemistry (Play It Again Sam, 2013), largo con el que están dando mucho que hablar en tierras inglesas durante los últimos meses. Directos, afianzados y ofreciendo un gran papel los de Kingston ratificaron que tienen madera para crecer en unos meses en el resto del continente europeo y si se ponen, en todo el mundo. Sus compatriotas Alt-J seguro que se sorprendieron cuando vieron tanto público frente al Escenario Bilbao, teniendo en cuenta la temprana hora y el calor abrasador. Tras su exitoso debut con el disco An Awesome Wave (Infectious Music, 2012) que les llevó a ganar el Mercury Prize los de Leeds conectaron a las primeras de cambio con el respetable a pesar de su complicada propuesta repleta de música experimental. Sus sonidos cálidos se mezclaron con sus cuidadas voces, demostrando que pueden llegar lejos si se lo proponen.

Ya en el Escenario Heineken los canadienses Billy Talent ofrecieron uno de los directos más enérgicos de todo el festival demostrando, una vez más, que son uno de los mejores grupos de punk-rock de la actualidad gracias a sus intensas canciones que mezclan partes melódicas con otras más agresivas. El joven público que presenció su concierto no pudo poner ninguna pega al mismo pues lo dieron todo de principio a fin, repasando sus cuatro discos y provocando los primeros pogos del festival entre los asistentes. No sucedió lo mismo con los británicos Editors, quienes cometieron el error de echar mano de muchos temas de su nuevo e irregular álbum The Weight Of Your Love ([PIAS], 2013) que tanto ha decepcionado a sus fans de siempre. Con todo y con eso el grupo liderado por Tom Smith recibió bastantes vítores cuando rescató sus clásicos como ‘An End Has A Start’, ‘Bullets’ y ‘The Racing Rats’, si bien, fue un concierto frío y descafeinado como hacía tiempo que no presenciábamos.

Poco más o menos sucedió con sus compatriotas Depeche Mode, aunque estos tuvieron más clase. Gore, Gahan y Fletcher regresaban a las campas del monte Kobeta cuatro años después de su actuación en el mismo escenario, esta vez presentando su nuevo disco Delta Machine (Sony, 2013) publicado el pasado mes de marzo. Los de Essex llegaron a aburrir cuando interpretaron sus nuevas composiciones, si bien, cuando quisieron lo hicieron bien rescatando clásicos imperturbables como son ‘A Pain That I’m Used To’, ‘A Question Of Time’, ‘Enjoy The Silence’ y ‘Personal Jesus’ o ‘Just Can’t Get Enough’ ‘I Feel You’ y ‘Never Let Me Down Again’, ya en el bis. Lidiando con unos inesperados problemas de sonido en la cuarta canción (‘Precious’) que les obligó a retomarla tras un breve e incómodo parón, ayudó el carisma de un Dave en un gran estado de forma que no acusó su más de medio siglo de edad, haciendo de sus bailes y su figura parte del espectáculo ofrecido por el grupo.

Finiquitando los directos del primer día en el Escenario Heineken los escoceses Biffy Clyro volvieron a demostrar, una vez más, que paso a paso se convertirán en un grupo de masas en nuestro país. Y es que Simon Neil y los hermanos James y Ben Johnston, acompañados sobre el escenario por Mike Vennart (Oceansize) a la guitarra y Richard Ingram al teclado, ofrecieron el concierto más rockero y ruidoso de la jornada gracias a su intensidad y fuerza sobre las tablas. A pesar de su meloso nuevo disco Opposites (14th Floor, 2013) supieron elegir bien un repertorio en el que destacaron sus antiguas composiciones (siendo estas las más celebradas) ‘Living Is A Problem Because Everything Dies’, ‘That Golden Rule’ y ‘Mountains’. Pronto les tendremos de nuevo por aquí y veremos si son capaces de recibir nuevos fans en sus trabajados conciertos. Cerrando el Escenario Bilbao los irlandeses Two Door Cinema Club se encargaron de poner todo patas arriba. Unos jóvenes con dos discos editados (el primero fue un bombazo, el segundo no lo es tanto) que en estudio suenan perfectos pero que en directo se hicieron lineales hasta tal punto que dudas de si la canción que estabas escuchando no había sonado antes. De todos modos, jugaron sus mejores armas con melodías hipnotizantes, guitarras pegadizas y un desparpajo que puso a todos a bailar de principio a fin. Nos desconcertaron, pero ratificaron su valía para ocupar buena parte de los line-up de los festivales de medio mundo.
La segunda jornada contará con los norteamericanos Kings Of Leon como principal aliciente, si bien, también estarán presentes The Vaccines, Fuel Fandango, The Home Phonema, Klaxons, 2 Many DJ’s y otro buen puñado de artistas que harán vibrar a todos los presentes en el monte bilbaíno.
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Segunda jornada [viernes]
Tras el éxito de la primera jornada el festival vizcaíno Bilbao BBK Live 2013 se enfrentaba a su segundo día de música en lo alto del monte Kobeta. Si el jueves el protagonista fue el intenso calor que elevó desmesuradamente el consumo de cerveza y el directo de los ingleses Depeche Mode, en esta ocasión tomó el testigo una tremenda tormenta que paralizó todas las actividades a media tarde y los americanos Kings Of Leon. Subsanadas las colas para ponerse las pulseras de acceso sufridas por muchos asistentes el día anterior, esta vez fue todo rodado para goce de unos festivaleros que acudieron en masa hasta el recinto, unos desde la zona de acampada, otros desde el núcleo urbano utilizando las lanzaderas gratuitas habilitadas por la organización y los taxis o a pie como hizo algún que otro intrépido que quiso fortalecer sus piernas.

Inauguramos las actuaciones musicales con los noveles The Home Phonema, quienes mostraron su propuesta en lo alto del Red Bull Tour Bus gracias a vencer en el concurso ‘Indomesticables’ que premiaba a los ganadores con actuar en directo sobre el bus de la marca del toro rojo. Los más madrugadores que irrumpían en el recinto se topaban con la intensidad de un cuarteto que poco a poco va abriéndose paso en el siempre complicado panorama musical. Tablas no les faltan, si bien, tendrán que trabajar duro para seguir creciendo. Minutos después el francés Benjamin Biolay irrumpió en el Escenario Heineken para ofrecer un potente concierto de rock en contrapunto a su habitual propuesta de nouvelle chanson que le caracteriza. Las guitarras tomaron el protagonismo de su peculiar voz, empañando las composiciones originales y desfigurando la delicada musicalidad que caracteriza al músico galo. Respaldado por la mitad de los británicos The Libertines, Carl Barat, la presencia de este se limitó a chapurrear un par de canciones en una especie de ensayo entre colegas mientras ambos vocalistas se daban ridículos paseos por el escenario. Con todo y con eso fue curiosa la propuesta mostrada, aunque dejó desconcertado a un respetable que veía como las nubes se apoderaban del cielo bilbaíno. El escenario principal, bautizado como Escenario Bilbao por aquello de ser el más grande, albergó el show de los ingleses The Vaccines, quienes cada vez son más grandes en su país de origen y en el nuestro. Prueba de ello fueron las miles de personas que se situaron frente a ellos para no perderse detalle de un directo que se vio truncado hacia el cuarto tema cuando unas gotas de agua comenzaron a caer para instantes después convertirse en una tremenda tormenta que empañó la tarde en el monte. Si en los primeros minutos a casi nadie pareció importarle, acto seguido todo el mundo corría a resguardarse donde pudo: carpa, árboles, tejadillos de la zona de merchandising o cualquier improvisado rincón. Pese a todo no se pudo evitar que el cuarteto del sur de Londres parase su actuación debido a la inundación de su escenario. Mientras en el Escenario Live! el americano Mark Lanegan y su banda también se vieron obligados a detener su concierto debido a medidas de seguridad. Media docena de canciones fueron las que interpretaron antes de bajarse de las tablas con cara de pocos amigos en el instante en que el respetable comenzaba a disfrutar del show del cantante de Washington.

Tras una hora cayendo agua como si no hubiese mañana, el recinto quedó embarrado en muchas de sus zonas, hecho que no frenó el empuje de un público que sacó paraguas, chubasqueros o cualquier utensilio (desde bolsas o cartones, pasando por sillas o gorros improvisados) para combatir la lluvia. Los más beneficiados con el imprevisto fueron Fuel Fandango, quienes vieron como la Carpa Vodafone YU: se llenó hasta los topes, hecho que les vino de perlas para desarrollar un concierto que se convirtió en uno de los más sonados de la jornada. Un seguro Ale Costa y una espectacular Nita pusieron patas arriba a los presentes intercalando canciones de su sonado debut con las de su nuevo largo Trece Lunas (Warner Music, 2013) publicado en la pasada primavera. Con un directo lleno de fuerza y dinamismo se llevaron una sonada ovación por parte de los fans situados en las primeras filas y de los curiosos que por allí pasaban, esos mismos que no dudaron en saltar y chapurrear los hits del grupo de principio a fin. Mientras, en el Escenario Live! el protagonista fue el actor y músico Gary Clark Jr., quien se dio un baño de masas y ofreció, quizá, el mejor concierto del día. Con su inseparable Epiphone y su sombrero se respaldó por tres músicos que acompañaron sus cuidados acordes de guitarra donde el blues se mezcló con el soul de principio a fin. Nos habían recomendado su directo sin saber muy bien porqué, pero finalizado el mismo ratificamos que nos aconsejaron bien pues el tejano nos enamoró con su cuidada propuesta.

El plato fuerte llegó de la mano de los norteamericanos Kings Of Leon, quienes hicieron esperar al respetable cinco largos minutos sobre la hora prevista antes de salir al escenario. Mientras llega el lanzamiento de su nuevo disco Mechanical Bull (Sony, 2013) tras el verano el familiar cuarteto dejó sensaciones diferentes tras su hora y media de concierto. Su rock sureño marca de la casa marcó el desarrollo de un directo que tardó en arrancar y despegó en el tramo final del mismo ante el desconcierto general. Con las canciones sonando brillantemente como si del disco se tratase, recibieron los mayores vítores cuando echaron mano de su último disco publicado hasta la fecha, Come Around Sundown (Sony, 2010), quizá el de más éxito de sus lanzamientos pero no el de más calidad. Tras los vítores iniciales todo se disipó de manera fugaz, continuando con el lastre de un repertorio que navega entre el rock más intenso y el indie más comercial, provocando instantes de euforia y otros de auténtico sopor. Cuando su show comenzaba a tomar el rumbo decidieron poner pies en polvorosa y bajar de las tablas, regresando minutos más tarde para maquillar su puesta en escena con una colección de hits (‘On Call’, ‘Use Somebody’, ‘Sex On Fire’) que les bastaron para contentar a los presentes que disfrutaron, cantaron y saltaron intensamente. Quizá la falta de grandeza e incluso de espontaneidad es su mayor lastre, motivo por el que quizá no sean capaces de emular a sus grandes ídolos de estadios y arenas como U2 ni tan siquiera aguantar el tirón como The Killers, Muse y Coldplay. Con todo y con eso fueron el plato fuerte de la jornada para un buen número de asistentes que abandonaron el recinto del monte una vez finiquitado su concierto.

Los que nos quedamos disfrutamos de otro par de directos hasta bien entrada la noche, primero con PiL y después con Standstill. La formación del siempre polémico John Lydon, unos de los creadores del post-punk, deleitó a los presentes con su característico buen hacer, aunque la mayoría nos quedamos un poco desencajados ante su concierto-mitin liderado por el citado vocalista. Con un sonido duro pero cuidado los británicos llevaron a cabo su show como les vino en gana con la aguerrida voz del excéntrico líder ante la atónita mirada de una buena parte del respetable. No quisimos perdernos el espectáculo ‘Cénit’ de los barcelonés Standstill, quienes han estrenado recientemente su esperado disco Dentro De La Luz (Buena Suerte/Sony, 2013), interpretado el mismo en su nueva gira por festivales que les está llevando por diferentes puntos de la península durante todo el verano. Con Enric Montefusco a la cabeza las percusiones y los teclados tomaron el mando de un concierto difícil de asimilar pero agradecido de digerir gracias a una gran puesta en escena repleta de proyecciones, luces imposibles y lásers marcianos. A pesar de su ubicación en la carpa y una hora tardía para su especial propuesta recibieron los aplausos de sus seguidores, mientras los curiosos no entendieron muy bien su show.
La tercera y última jornada estará liderada por uno de los mejores grupos de pop punk a nivel mundial, Green Day, quienes estarán acompañados por formaciones como Vampire Weekend y The Hives en el escenario principal, Fatboy Slim en el secundario, Syberia, The Bots y Twin Shadow en el más pequeño y Zuloak, We Are Standard y los irlandeses Delorentos en la carpa. Tras ellos los DJ’s cogerán el testigo de madrugada para los más intrépidos que alarguen su presencia en el recinto.
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Tercera jornada [sábado]
Si en la primera jornada tomaron el mando el calor y Depeche Mode y en la segunda la lluvia y Kings Of Leon, el tercer y último día la climatología no hizo estragos y Green Day se dieron un baño de masas. Con más de 37.000 personas disfrutando la programación se congregaron durante tres largos días casi 105.000 personas, ratificando el evento bilbaíno como una de las citas más importantes en nuestro país en lo que a festivales musicales se refiere.

Iniciamos nuestra presencia en el recinto con el directo del quinteto barcelonés Syberia, quienes mostraron su mejor cara de principio a fin con su rock instrumental como carta de presentación. Echando mano de su primer disco largo Drawing A Future (2012) confirmaron que la ausencia de un vocalista no está reñida con ofrecer un gran espectáculo. Tres guitarras, bajo y batería fueron sus armas musicales para desarrollar largos pasajes, instantes ambientales y momentos de intensidad como pocos hicieron en el festival. Confirmando que son uno de los mejores grupos dentro de su género en nuestro país les auguramos un gran porvenir que podría continuar su expansión por distintos países. Acto seguido el Escenario Heineken albergó el concierto de White Denim, una de las sorpresas más agradables de todo el festival. En activo desde hace siete años, sus cinco discos y sus cinco EP’s, además de un buen puñado de singles, les sirvieron para sorprender a propios y extraños de principio a fin. Con su particular propuesta que va desde el indie rock al garage rock y la psicodélia ratificaron que son uno de esos grupos que están ahí pero casi nadie se da cuenta de su grandeza. Con James Petralli como maestro de ceremonias los de Austin (USA) se llevaron un buen número de nuevos fans bajo el brazo gracias a sus preciosistas canciones y sus cuidadas melodías.

Poco después el Escenario Bilbao albergó el que para nosotros fue, sin duda, el mejor concierto del festival. Puede parecer exagerada dicha afirmación, pero ver a los suecos The Hives en directo es una de las mejores cosas que pueden pasarle a uno en un recinto de conciertos. Con su último disco Lex Hives (Sony, 2012) como carta de presentación, repasaron también sus anteriores largos a base de rock, saltos, desparpajo, subidas, bajadas e incursiones entre el público. Seguramente todas las crónicas de los de Fagersta en estos últimos años digan lo mismo, pero es totalmente cierto, son una perfecta bomba de relojería sobre un escenario, pura adrenalina, rock and roll y diversión. Nada que ver con el show de los neoyorquinos Vampire Weekend, quienes ofrecieron uno de los directos más lineales, planos e incluso aburridos del festival. Está claro que la presentación de su nuevo disco Modern Vampires Of The City (XL Recordings, 2013) se presentaba como uno de los grandes reclamos del line-up, pero entre que se encontraban frente a los jóvenes fans de Green Day y que despacharon a las primeras de cambio sus hits más sonados, se quedaron a medias. Sonaron muy pulidos pero no fueron capaces de captar la atención de quienes esperaban la concierto de Green Day. La formación encabezada por Billie Joe Armstrong (voz y guitarra), Mike Dirnt (bajo y voz) y Tré Cool (batería) cumplió e hizo lo que tenía que hacer, ofrecer un soberano espectáculo. Durante tres horas presentaron sus nuevos discos, tocaron su colección de greatest hits (‘Holiday’, ‘Boulevard Of Broken Dreams’, ‘Hitchin’ A Ride’, ‘Longview’, ‘Basket Case’, ‘Minority’, ‘American Idiot’, ‘Jesus Of Suburbia’) y nos deleitaron lanzando papel higiénico a propulsión, chorros de agua a presión, camisetas con una pistola de aire, revisando a AC/DC y Rolling Stones, regalando guitarras y un sin fin de extravagantes maneras de entretener a un respetable que vivió uno de los mejores conciertos de sus vidas, aunque para otros nos supuso todo un reto aguantarlo antes de poner punto y final a otra lograda edición del macro-festival bilbaíno.

Nada más que añadir desde estas líneas, solo las sensaciones que cada uno viviese en primera persona y pueda ver ahora a través de la red de redes o en reportajes como el que se podrá encontrar en www.arte.tv o similares. Marcamos una fecha en rojo en nuestro calendario de festivales para los días 10, 11 y 12 de julio de 2014, días en los que tendrá lugar en Kobetamendi la próxima edición del Bilbao BBK Live.
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[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Alfredo Rodríguez