[Vetusta Morla + Zoé @ La Riviera. Madrid. 29.05.2014]
[Promotor: EsmerArte]
Echando la vista atrás recordamos que los madrileños comenzaban los conciertos de su anterior gira en la misma sala con la canción ‘Los Días Raros’, corte que ahora utilizan para finiquitar sus directos, esta vez presentando su tercer larga duración La Deriva (Pequeño Salto Mortal, 2014). Por aquel entonces era un grupo grande que sabía lo que quería ser pero ahora, unos años después y con muchos conciertos a sus espaldas, es una banda enorme que sabe lo que son. Siguen siendo los mismos, pero el camino recorrido les ratifica como los mejores en su estilo. Porque aunque muchos se empeñen en mantener en el altar de eso conocido como indie a los eternos planetarios el sexteto debería ocupar esa posición por méritos propios. Y es que aunque muchos intenten hacerles sombra nunca conseguirán agotar el papel de cinco aforos de la mítica sala La Riviera (¿Para cuándo un concierto en el Palacio de los Deportes o en el Estadio Vicente Calderón?) meses antes de publicar su citado nuevo disco. Con todo listo, un nuevo montaje con unas cuidadas luces puso todo a su favor antes de interpretar del tirón cinco de las doce canciones de su nuevo elepé (‘La Deriva’, ‘Fuego’, ‘Golpe Maestro’, ‘La Mosca En Tu Pared’, ‘Pirómanos’), alternando ovaciones con aplausos y vítores. Con todo yendo a pedir de boca, canciones de sus dos primeros álbumes como ‘’Lo Que Te Hace Grande’ y ‘Un Día En El Mundo’ encajaron a la perfección con otras nuevas como ‘Cuarteles De Invierno’ y ‘La Grieta’. Destacaron los nuevos elementos sónicos incorporados a clásicos como ‘Mapas’, ‘Valiente’ y ‘La Cuadratura Del Círculo’, dando un nuevo enfoque que les emparentó a su actual sonido, tan fresco e intenso que pocos lo hubiesen apostado meses antes del lanzamiento de su nuevo disco. Con Pucho ejerciendo de maestro de ceremonias como antaño, sus compañeros fueron unos perfectos escuderos musicales que le sirvieron para calmar el hambre de concierto de un público que tenía ganas de darse un atracón. El respetable quedó satisfecho, sin duda, ante una nueva demostración de poderío que hizo que, a pesar de alargar su directo hasta las dos horas de duración, los bises quedasen cortos. Los grandes damnificados de la noche fueron los mexicanos Zoé, quienes además de ejercer de anfitriones en tierras aztecas les acompañan en muchas de sus citas en la península. El septeto liderado por León Larregui tuvo que bailar con la más fea, la indiferencia colectiva de un público que estaba en la sala para ver a otro grupo. Una pena, pues los latinoamericanos tienen calidad de sobra como para llenar recintos en nuestro país sin que la gente les ignore. Presentando su quinto álbum Prográmaton (EMI, 2013) los de Cuernavaca no brillaron esta vez como lo venían haciendo en sus anteriores visitas.
Más fotografías: Vetusta Morla / Zoé
[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Alfredo Rodríguez