The Joy Formidable + Balthazar @ Moby Dick. Madrid. 22.02.2011

[The Joy Formidable + Balthazar @ Moby Dick. Madrid. 22.02.2011]
[Promotor: Miles Away]

Como suele decirse, “no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita”. Esa frase podrían aplicársela los galeses Ritzy Bryan (voz y guitarra), Rhydian Dafydd (voz y bajo) y Matt Thomas (batería) pues sin ningún tipo de artificio ofrecen mucho más, quizá demasiado, que otras formaciones que intentan desplegar su potencial con elementos varios pero se quedan en agua de borrajas. El trío, con una hora raspada de directo, bis inclusive, echó mano de diez canciones para dejarnos boquiabiertos de principio a fin. Presentando por primera vez en la capital su primer trabajo largo The Big Roar (Atlantic Records/Warner Bros., 2011) y echando mano de algunas composiciones incluidas también en su EP previo A Balloon Called Moaning (Black Bell Records, 2009) como ‘Austere’, ‘The Greatest Light Is The Greatest Shade’, ‘Cradle’, ‘9669’ y ‘Whirring’, los de Mold (Gales) subieron el sonido de sus amplificadores hasta el máximo ante la sorpresa del respetable. Desde la inicial e intensa ‘The Everchanging Spectrum Of A Lie’ hasta la final ‘A Heavy Abacus’, pasando por la central ‘Buoy’ alargada respecto a la grabación original con los tres miembros aporreando la batería, un bombo y los platos, dejaron atónicos hasta los más escépticos del lugar. Sin nada que esconder y mucho que ofrecer, el liderazgo de una bella Ritzy que se posicionó en el centro del escenario franqueada por Rhydian a su derecha y Matt a su izquierda, nos mantuvo a tono en un show que se desarrolló muy potente y se nos hizo corto. Marchándose entre vítores nos dejaron los oídos con un terrible pitido para muchas horas y una gran sonrisa en la cara.

Ritzy, vocalista del grupo, en pleno éxtasis

Previamente, los belgas Balthazar, titubeantes al principio y convincentes al final, se presentaron ante los primeros curiosos que entramos a la sala con diversas canciones de su primer disco Applause (Applause Records/V2, 2010) como ‘Fifteen Floors’, ‘Hunger At The Door’ y ‘The Boatman’. El quinteto  se dejó gustar y recibió algún satisfactorio silbido, sobre todo cuando cuatro de sus cinco miembros se encargaban de cantar al unísono determinadas partes de sus canciones. Por momentos nos recordaron a unos Cold War Kids más pausados, sobre todo por el buen hacer de su componente femenina, quien alternaba el teclado con el violín y la pandereta sin inmutarse, creando unos interesantes momentos musicales. Una grata sorpresa.

El cantante y guitarra de los belgas Balthazar

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[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Alfredo Rodríguez