Peter Doherty + The Ezra Beats @ Joy Eslava. Madrid. 17.04.2011

[Peter Doherty + The Ezra Beats @ Joy Eslava. Madrid. 17.04.2011]
[Promotor: Mercury Wheels]

Cualquier fan de Peter Doherty, abstenerse de leer esta crónica, pues su sensibilidad puede ser herida. Decimos esto porque para un espectador de a pie el concierto ofrecido por el británico debió ser como una broma de mal gusto. Previo a su directo, su propia hermana y su banda, The Ezra Beats, intentaron caldear un ambiente que estaba ardiendo de por sí debido a los descontrolados fans que se agolpaban en las primeras filas. Puntual a su cita prevista, el escuálido y pálido cantante, guitarra acústica en mano, dio el pistoletazo de salida con una canción (‘Can’t Stand Me Now’) de su banda madre The Libertines por la que es mundialmente conocido, de quienes entonaría más adelante ‘Don’t Look Back Into The Sun’ y ‘What Katie Did’. Con todo su morro, en la segunda canción se acercó al borde del escenario, plagado de púberes descontrolados, cogió el disco de uno de ellos y lo firmó. Así, en nuestra cara. Acto seguido dos bailarinas irrumpieron en el escenario, momento que nos recordó cualquier cosa menos un concierto, sino más bien el Cirque Du Doleil o algo por el estilo. Le lanzaron una bufanda del Betis, pero se declaró seguidor del Depor, por decir algo más bien, pues seguro que le es indiferente el equipo gallego ya que confesó seguir al Celtic o el Glasgow, no se aclaró. Entre canción y canción de su disco Grace/Wastelands (EMI/Astralwerks, 2009), el cual presentó con este concierto, otro en Santiago de Compostela la noche anterior y otro en Barcelona la posterior, subió a dos chicas y dos chicos, entonando uno de ellos una canción de manera notable mientras el artista tocaba la guitarra al ritmo. Bien por el joven. Una de las chicas, después, destrozó una canción mientras parecía que se iba a comer a Peter, quien no paró de fumar pasándose la recién instaurada ley por la entrepierna. Le acercaron una botella de alcohol desde el público con unas hierbas en su interior, dándole un buen trago, saboreando y dando el visto bueno al contenido, para llenar la boca de algunos asistentes cual chorro de botijo.

Una de las fotos que hicimos de Doherty, acosado por los flashes

El punto culmen de la noche llegó con el ‘Fuck Forever’ de Babyshambles, su actual grupo, del que también sonó ‘Delivery’ e igualmente el respetable gozó de lo lindo. Le lanzaron flores, le pusieron anillos, un par de espontáneas saltaron cual psicópatas y le abrazaron hasta que los miembros de seguridad las echaron. No entendíamos lo que veíamos, pero el resto del aforo lo pasaba en grande pues saltaban, gritaban y disparaban sus cámaras digitales y dispositivos móviles para inmortalizar cualquier momento, cualquier jocosidad de un tipo que parecía un bufón en lugar de un cantante. Pero a ellos parecía gustarles, pues reían cualquier tontería que realizaba sin sentido. Recordando el ‘She Loves You’ de The Beatles, entonó junto a uno de los muchachos que subieron con anterioridad mientras este tocaba notablemente la armónica y Doherty la guitarra y cantaba. Los camareros irrumpieron por los laterales de la sala con bocatas, haciendo del concierto una fiesta de cumpleaños total, desconcertando nuestra mente mientras seguíamos intentando asimilar todo aquello. Alguna canción más, firmas de autógrafos y el lánguido músico se fue con un cubata en mano y su bufanda futbolera al hombro. Las sensaciones generales fueron buenas, pero a nosotros se nos quedaron otras sensaciones. El tipo es gracioso, no lo discutimos, pero no es lo que solemos llamar cantante, sino más bien un showman en toda regla. Por lo menos cantó de principio a fin, no se tambaleó y finiquitó su concierto, detalle que no teníamos tan claro al principio de la noche.

[Texto]: Alfredo Rodríguez
[Fotografías]: Alfredo Rodríguez