Manic Street Preachers @ Razzmatazz. Barcelona. 02.05.2012

[Manic Street Preachers @ Razzmatazz. Barcelona. 02.05.2012]
[Promotor: Live Nation]

Algo ha pasado. La sala presenta una buena entrada pero no la que se espera en este tipo de eventos –yo hubiera firmado cambio de sala o sold out con todas las letras-. Los Manics son muy grandes. Hace años que no les vemos en sala y además Barcelona –única fecha en nuestro país- supone la despedida de la mini-gira europea de ‘grandes éxitos’ que han decidido montar. Se respira nostalgia, se intuye un cambio, un punto y aparte en su carrera. Todos queremos que pase algo extraordinario, algunos ya conocemos de antemano su listado de hits compuesto por 23 piezas –unas inolvidables, otras de radio fórmula, algunas de relleno, otras antológicas-. Manic Street Preachers son la banda sonora de muchos locos de la música. Cualquier festival patrio ha gozado de su presencia. Siempre han estado allí y, quizás, por eso se han hecho habituales y eso resta. Nosotros queríamos que sumaran y por eso adquirimos religiosamente nuestras entradas, pagando los casi treinta euros que valían.

Manic Street Preachers en una imagen promocional reciente

The Manics iniciaron su andadura en 1986 pero no fue hasta la publicación de Everything Must Go (Columbia, 1996) que se hicieron masivos, necesarios, atemporales, en resumidas cuentas, lo que vimos encima de la tarima de la sala grande del Razzmatazz. Un sueño hecho realidad que en los medios tiempos se hizo terrenal. Los galeses que compusieron ‘A Design For Life’ uno de los momentos álgidos de la noche tuvieron tiempo de rendir su homenaje al desaparecido –ya oficialmente- Richey Edwards aka Richey James. Una anécdota personal desde que se confirmó la muerte oficial del miembro desaparecido en 1995 que parecía que Manic Street Preachers no levantaba cabeza. El concierto del pasado 2 de mayo hizo borrón y cuenta nueva. Asumió sus responsabilidades con el pasado y marcó un punto de inflexión que suponemos cambiará el destino de la banda. Quizás no volvamos a verlos, tal vez se reinventen pero el aura que transmitía cada acorde, nota tras nota, la expresión en sus caras suenan a despedida, como mínimo hasta luego. Nos lo dijeron en momentos concretos, en pasajes casi inapreciables, en casi dos horas de viaje al pasado, de enseñar sus tesoros. El motivo de su concierto en Barcelona no era otro que el de presentar National Treasures – The Complete Singles (Sony, 2011), su enésima compilación y último disco de hits en el mercado. Así pues su gira se autodenomina ‘International Treasures’ y lo que pudimos ver gracias a James Dean Bradfield –una anti-estrella del rock pero maestro de la melodía-, su alto y chisposo Nicky Wire –dijo que Barcelona le había servido de inspiración en muchas ocasiones- y Sean Moore –el resguardado- fue una retahíla continua de homenaje a su trabajo, a su savoir faire, a tantos años de lágrimas, festivales de verano, viajes en coche y muchas noches de insomnio amoroso. El diablo va por dentro y yo me quedo con los singles evidentes y los tramos más guitarreros. Incluso quitaría a la soberbia actuación algún tramo pero lo que vimos, sentimos y pudimos experimentar fue histórico. No conozco muy bien Cardiff pero siempre que la visite recordaré que estos manufacturadores de pop atemporal surgieron de allí. Gracias chicos y hasta pronto. Eso esperamos todos.

[Texto]: Pau Díaz Peñalver
[Fotografías]: Archivo