[Lüger @ El Sol. Madrid. 25.10.2012]
[Promotor: I’m An Artist]
Hay grupos que parecen predestinados a salirse de lo convencional y llevar aun así su sonido a un considerable número de público. Lüger son uno de ellos y aunque sus conciertos no son baños multitudinarios de masas si que consiguen siempre reunir a una buena base de fans dispuestos a ser golpeados por su contundente propuesta. Lo de este lluvioso y frío jueves en la sala El Sol de Madrid fue una clara muestra de ello.
Tras debutar en 2010 con su disco homónimo y lanzar un año después su segundo trabajo, Concrete Light (Marxophone/Giradiscos, 2011), en este 2012 los madrileños se han dedicado básicamente a pasear su apisonadora sonora por salas y festivales de toda España. Es por eso que este concierto les daba esa libertad de no tener que presentar un disco y poder recuperar algunos temas que tenían más abandonados, como ya dijo el propio grupo según se iba acercando la fecha. También el no contar con teloneros ni ningún otro grupo en cartel les daba pie a explayarse, aunque algo tan intenso como es un directo de Lüger difícilmente podría irse más allá de la hora y media que duró el concierto.
90 minutos que comenzaron con ‘Zwischenspiel / Quidquid Latet Apparebit’, con Daniel tocando el sitar sentado en el suelo, y terminaron con ‘Portrait Of A Distant Look’. Entre estas sonaron ‘Monkeys Everywhere’, y ‘Dracula’s Chauffeur Wants More’, y también ‘Swastika Sweetheart’, y un tema nuevo, y, cómo no, ‘Shirokovsky Pallasite II’. O al menos algo que se le parecía a todas ellas, porque los temas de Lüger en directo suenan tan diferentes y son tan impredecibles que no sabes por donde te vendrá el siguiente golpe. 90 minutos en los que casi no hubo momento ni para aplaudir y en los que el público se limitó a mover la cabeza aturdido por la lisérgica música que venía del escenario. Desvaríos instrumentales, ritmos tan marciales como marcianos, distorsión, artilugios siendo aporreados con rabia por Fernando, sintetizadores y hasta un esquizofrénico saxofón sonaron mientras caían, literalmente, pequeños trozos de pintura del techo de la sala. Sin duda la música necesita de más bandas como Lüger.
[Texto]: Iván Díaz
[Fotografías]: Sergio Albert