God Is An Astronaut + Jardín De La Croix @ Copérnico. Madrid. 08.10.2013

[God Is An Astronaut + Jardín De La Croix @ Copérnico. Madrid. 08.10.2013]
[Promotor: Mercury Wheels
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God Is An Astronaut
God Is An Astronaut

Terminado el verano y la temporada habitual de festivales llega de nuevo el momento de los conciertos alojados en salas, de menor aforo y generalmente mucho más acogedoras que la mayoría de espacios abiertos destinados a la causa. Y que mejor manera de inaugurar la temporada que con la visita  de los irlandeses God Is An Astronaut para presentar su recién publicado séptimo álbum, Origins (Rocket Girl, 2013). Con una ya dilatada carrera, la banda de rock (o post rock, que dicen algunos) instrumental capitaneada por los hermanos Kinsella ha alcanzado a base de conciertos una solidez impecable sobre el escenario, como iban a demostrar en su paso por la Copérnico madrileña. Antes, quienes se apuntaron a la velada fueron los locales Jardin de la Croix, que ofrecieron un breve pero eléctrico concierto centrado en su 187 Steps To Cross The Universe, último trabajo discográfico publicado por la banda y centrado en la figura de Nikola Tesla. Es sorprendente el nivel de virtuosismo que ofrecen estos cuatro músicos en directo y seguramente por ello se hayan convertido en unos habituales de los escenarios de la capital. Una apuesta segura para iniciar con buen pie cualquier cartel de corte instrumental como el que nos deparaba la noche.

God Is An Astronaut
God Is An Astronaut

Tras ellos y sin ningún tipo de floritura previa aparecían en el escenario God Is An Astronaut para abrir de manera muy ambiental con ‘Weightless’, uno de los temas de su nuevo disco, en el cual iban a centrar gran parte del setlist. Tras ésta, ‘Transmissions’ y una primera mirada al pasado con ‘All Is Violent, All Is Bright’ terminaron de encender a un público jaleado por un sonido aplastante y la energía de Torsten Kinsella y Jamie Dean a las guitarras. Acompañados por un tercer guitarrista centrado en los pequeños detalles, consiguieron crear una buena muralla sónica que derrumbaron y alzaron a su antojo, jugando con los cambios de intensidad que ofrecen temas como ‘Forever Lost’, ‘Exit Dream’, ‘Calistoga’ o una inspiradísima ‘Fireflies And Empty Skies’, con la que se despidieron momentáneamente. Y con la sala a sus pies volvieron al escenario con la traca final formada por la reciente ‘Red Moon Lagoon’, que puso a las primeras filas en el aire, y dos clásicos de su repertorio como ‘Suicide By Star’ y ‘Route 666’. Tan solo algo más de acierto en el apartado visual (el juego de luces me pareció realmente pobre para lo que sus canciones podrían inspirar) se echó de menos en una actuación que en lo sonoro rozó la perfección.

[Texto]: Iván Díaz
[Fotografías]: Maite Nieto