Enrique Bunbury @ La Riviera. Madrid. 01.02.2012

Haciendo gala al título de su octavo trabajo discográfico en solitario, Licenciado Cantinas (OCESA, 2011), el zaragozano Enrique Bunbury obtuvo su particular licencia musical en el primero de los cuatro conciertos programados en la madrileña sala La Riviera. En esta ocasión el cantante y guitarra dejó de lado el Palacio de los Deportes como en sus anteriores conciertos en la capital para albergar su directo en el “pequeño” recinto junto a la orilla del río Manzanares donde los fans acudieron en masa para ver un espectáculo que ha paseado recientemente por Sevilla, Vigo, Zaragoza, Barcelona, Almería, Valencia, Salamanca y Santander y llevará en breve a Sudamérica. Respaldado por sus fieles escuderos Los Santos Inocentes, quienes quitaron la tensión del ambiente con una lograda introducción, el artista saltó a escena luciendo sus mejores galas con un traje negro con llamaradas en sus piernas y buena parte de su americana. Cogiendo firmemente el micrófono sujetado por su particular pie repleto de calaveras, se dio el primer baño de masas y vítores interpretando ‘Llévame’, versión de Louie Ortega, componente de Texas Tornados. Tras ‘Mi Sueño Prohibido’ y ‘El Solitario’ echó mano de su guitarra para goce y deleite de un respetable que cantó todas y cada una de sus composiciones. Pero se notó más énfasis cuando rescataba temas pasados como ‘El Extranjero’, donde el acordeón fue el protagonista, dando paso a su nuevo single ‘Ódiame’, seguido de ‘Los Habitantes’, ‘El Anzuelo’ y ‘No Me Llames Cariño’, cortes de sus anteriores referencias. El histriónico artista, tan excesivo y sublime como antaño, estuvo más cercano esta vez al jienense Raphael que al londinense David Bowie, agrandando una figura de por sí enorme y arrasando con un nuevo recital sobre el escenario cubierto de moqueta. Echando mano de su amigo Alfredo Fernández, conocido por formar parte de Buenas Noches Rose y Le Punk y ahora reconvertido en Alfa, interpretaron ‘Ánimas, Que No Amanezca’ de Guadalupe Ramos, echándose en falta más sonido en el micrófono del invitado y donde se notó el exceso de soberanía del aragonés frente al madrileño. Tras un compendio de buenas interpretaciones (‘Sácame De Aquí’, ‘Que Tengas Suertecita’, ‘El Día De Mi Suerte’, ‘De Todo El Mundo, ‘Sí’, ‘El Hombre Delgado Que No Flaqueará Jamás’), un intenso primer bis formado por tres ovacionadas canciones dioeron paso a un mensaje combativo a favor de los parados, contra los envenenadores de Internet y el bipartidismo en España y “quienes nos están jodiendo la vida desde arriba”. Con gritos de “¡Enrique presidente!” por parte de sus fans se finiquitó una cuidada y lograda velada gracias a ‘Nunca Se Convence Del Todo’ y ‘…Y Al Final’, antes de retirarse victorioso hacia su camerino.

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[Texto]: David Alonso
[Fotografías]: Alfredo Rodríguez